Misión en República Dominicana. Expertos de la OIE y FAO junto al Ministro Agricultura Limber Cruz.
La notificación encendió las alarmas. Luego de casi 40 años de ausencia en el continente americano, la peste porcina africana (PPA) volvió a ser reportada en la región a través del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (OIE-WAHIS). Sin embargo, esta vez, estamos mejor preparados para enfrentarla. Implementar las herramientas disponibles es responsabilidad de todos. La […]
La notificación encendió las alarmas. Luego de casi 40 años de ausencia en el continente americano, la peste porcina africana (PPA) volvió a ser reportada en la región a través del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (OIE-WAHIS).
Sin embargo, esta vez, estamos mejor preparados para enfrentarla. Implementar las herramientas disponibles es responsabilidad de todos. |
La PPA es una enfermedad devastadora para el sector porcino, que amenaza seriamente la economía y la seguridad alimentaria a nivel global. Estando presente en África, Europa y Asia, la reintroducción de la enfermedad en las Américas siempre representó una amenaza latente y un motivo de preocupación, lo que llevó a que la región se preparara para la emergencia con anticipación.
Particularmente, en los últimos años hemos sido testigos de la facilidad con la que esta enfermedad se propaga, así como también de los daños que va causando al avanzar.
Se estima que, solamente en Asia, la PPA ha sido responsable de más de 7 millones de pérdidas animales desde su introducción por primera vez en esta región en 2018. |
En parte, la ausencia de una vacuna o un tratamiento eficaz dificultan su control, pero la epidemiología compleja del virus tampoco colabora.
De esta manera, un viajero que transporta un sándwich de jamón, un productor que un día olvida desinfectar sus botas, o un control fronterizo ligero, entre otros descuidos humanos, pueden convertirse en una de las principales vías de propagación. |
Misión en República Dominicana. Expertos de la OIE y FAO junto al Ministro Agricultura Limber Cruz.
Existen numerosos sectores con los cuales se debe colaborar a nivel nacional para reducir el riesgo, en particular el personal de aduanas, aeropuertos y migraciones, entre otros.
En este contexto, es de suma importancia que se realicen controles fronterizos para detectar si los viajeros transportan productos de origen animal y que todo producto riesgoso sea destruido de forma segura.
Una comunicación clara y transparente es esencial para que todos los actores comprendan las tareas y responsabilidades que les incumben a la hora de aplicar las medidas requeridas. En ese sentido, la sensibilización de los viajeros es un componente crítico de los esfuerzos de prevención.
Sin embargo, existen varios desafíos en materia de comunicación. Dado que la enfermedad no representa una amenaza directa para la salud humana, la percepción del riesgo entre estos agentes clave sigue siendo baja. Los esfuerzos de comunicación deben poner en relieve las repercusiones de la enfermedad en la sanidad y el bienestar animal, así como en diferentes niveles de la sociedad.
La situación de la PPA en todo el mundo ofrece una oportunidad para hacer cambios positivos y mejorar las prácticas agrícolas. Desde la limpieza y desinfección hasta los métodos de alimentación animal, las medidas de bioseguridad deben reforzarse ante la amenaza creciente.
La OIE desarrolló un conjunto de directrices sobre compartimentación para la PPA, con el fin de ayudar a los países que buscan establecer y mantener un compartimento porcino libre de la enfermedad y así facilitar un comercio nacional e internacional seguro. Estas directrices constituyen una guía clave para evitar que los establecimientos aún no afectados se vean impactados por la PPA.
A pesar de que la región de las Américas ya no se encuentre libre de PPA, todavía es posible controlar su propagación hacia otros países, mediante acciones proactivas, concretas y coordinadas tanto del sector privado como del público.
Todas las partes interesadas de la región deben permanecer alerta, y reportar los casos sospechosos a las autoridades veterinarias para que se puedan implementar medidas de control a tiempo.
Colaborar es clave si queremos que uno de los sectores que más ha crecido en la región en los últimos años pueda seguir brindando empleos y alimentos para millones de personas en el mundo. Nuestro futuro depende de nuestras acciones. |
Especial Peste Porcina Africana en América
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