Debido al franco retroceso productivo, la carne de cerdo, un alimento clave para millones de personas en esta isla, podría demorar su regreso a la mesa familiar.
La porcicultura en Cuba ha caído a un ritmo acelerado y no se vislumbra un repunte a corto ni mediano plazo.
La porcicultura en Cuba ha caído a un ritmo acelerado y no se vislumbra un repunte a corto ni mediano plazo.
Debido al franco retroceso productivo, la carne de cerdo, un alimento clave para millones de personas en esta isla, podría demorar su regreso a la mesa familiar.
El Estado impulsa estrategias, planes y medidas para paliar la situación, entre ellas intensificar la cría del
Las causas de la escasez son múltiples. La principal de ellas es que se carece de pienso y recursos para importarlo por falta de liquidez.
Los puercos mal alimentados no alcanzan el peso requerido antes de su sacrificio.
Clientes de agromercados, donde las tarimas de carne de cerdo permanecen semivacías (salvo los fines de semana), comentaron que los precios actuales –alrededor de 250 pesos la libra (poco más de 10 dólares según el cambio oficial) – son “abusivos”.
Según medios oficiales, miles de criadores cerraron sus contratos por la escasez de alimentos para la ceba de los animales, y por el contraste desfavorable entre el alto precio del pienso y lo que paga el Estado por tonelada de carne.
De acuerdo con las fuentes, de 14 000 productores que lograron entregar en 2017 unas 200 000 toneladas de carne de cerdo, hoy solo quedan 1 400 de quienes se espera una producción mínima de 26 000 toneladas.
Reportes de la prensa sostienen que la retirada de los productores se debe también a los problemas financieros de la isla, secuela de la pandemia Covid-19, el recrudecimiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos y regulaciones impuestas por el Gobierno.
Se trata de animales más resistentes, pero menos productivos, que admiten una alimentación con menos pienso, adaptada a bajos insumos y a comidas diversas (subproductos de las cosechas, palmiche, entre otros). |
El Cerdo Criollo Cubano, de color negro, se localiza generalmente en la zona oriental del país, en explotaciones familiares aprovechando los recursos naturales y subproductos agrícolas.
Hasta ahora, el programa porcino que desarrollaba Cuba se basaba en una cría intensiva en la que un cerdo requiere comer, para su crianza y engorde, cereales, proteínas como la soya, y aminoácidos que conforman un pienso para en seis meses pesar 90 Kg.
Fuente: ipscuba.net
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