Nutrición y Alimentación

¿Por qué es importante usar lacto reemplazantes en los neonatos porcinos?

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La productividad potencial de las cerdas ha aumentado durante las últimas tres décadas de 20 a 30 cerdos, principalmente a través de las mejoras en la prolificidad y longevidad, y es probable que la genética y el manejo de las cerdas puedan aumentar el número de lechones destetados por cerda por año (LDCA).

Sin embargo, aunque LDCA es una buena medida para la productividad de la piara a corto plazo, no es la mejor medida para la longevidad de las cerdas, ni una buena medida para la calidad de los lechones o el bienestar de estos, así como de la cerda.

Existe una seria preocupación de que las piaras con alto LDCA pueden producir muchos lechones de bajo peso.

La mejora en el tamaño de la camada en los últimos años debido a la introducción de cerdas hiperprolíficas en piaras comerciales, viene acompañada de una mayor tasa de muerte fetal.

Se ha demostrado que el riesgo de muerte fetal es mayor para las camadas que tienen más de 12 lechones. Por lo cual mencionaré los factores que afectan el consumo de calostro y de leche:

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Éstas son consideraciones generales que prevalecen durante las primeras horas de lactación.

Los lechones recién nacidos vivos caen en tres categorías de peso, como se indica en la tabla 1, los lechones de bajo peso (0,80 – 1,20 kg), peso medio (1,20 – 1,62 kg) y los de tamaño grande (˃1,62).

 

Los lechones nacidos “fuertes” son aquellos que tienen un mayor a 1,2 kg y los “débiles” son aquellos que tienen un menor a 1,20 kg, es importante dar una asistencia de manera apropiada y rápida al momento del nacimiento. Los lechones neonatos “fuertes” nacerán rápidamente, se pondrán de pie dentro de un minuto o dos y se alimentarán en unos 15 minutos.

Se mueven de pezón en pezón, esto les permitirá obtener una gran cantidad de calostro rico en inmunoglobulinas.

Si la hembra es una buena madre y el entorno del parto es adecuado, los lechones prosperarán sin mucha ayuda de la maternera.

Estos lechones neonatos “fuertes” maman pronto por lo tanto rápidamente aumentan los niveles a los 30 mg/ml en sangre de inmunógenos protectores necesarios (inmunidad adquirida).

Nota: Los animales pequeños (< 800 gr) no se incluyeron.

Los lechones neonatos “débiles” son aquellos que, por el proceso riesgoso del parto, los de bajo peso, también los que tienen un defecto (s) congénito, están llegando a la ubre lentamente, o se enfrían.

En los lechones débiles se incluyen aquellos lechones que tuvieron falta de oxígeno, pero no murieron, lechones “aparentemente muertos” que fueron restablecidos, y los lechones que experimentan un trauma físico excesivo.

Cuanto más vieja sea una cerda tardará más en parir, por lo tanto, la probabilidad que aparezcan estos problemas, lechones de bajo peso al nacimiento (LBP), especialmente los que pesan menos de 1,2 kg al nacer, los cuales tienen menos probabilidades de sobrevivir hasta el destete.

Esto reduce el consumo de calostro, además que están propensos a tener una temperatura corporal menor por la falta de consumo de calostro, estos lechones a menudo se ven temblorosos y se reúnen con sus compañeros de camada, ya que no han cumplido sus requerimientos térmicos, por lo tanto, estos lechones son más propensos a la muerte.

Lechones débiles son aquellos que nacieron con baja energía para apoderarse de un pezón, terminan naciendo con niveles inadecuados de anticuerpos (inmunidad pasiva) desde su madre, lo cual afecta las defensas contra las enfermedades, los lechones débiles, sólo podrán quizás tener de 4 a 6 mg/ml en sangre de inmunógenos protectores.

Son estos lechones que estamos perdiendo en la mortalidad del 12 al 18% al destete, incluso aquellos que sobreviven son sacrificados ya que se encuentran muy por debajo de su potencial genético.

Los LBP tienen un menor índice de incremento diario de peso en el índice de conversión, esto debido a que con frecuencia son lentos para adaptarse a los alimentos sólidos durante varias semanas; también los LBP se ha asociado con una mayor mortalidad postparto, ya que los estudios indican que los lechones <1 kg de peso al nacer tienen muy pocas posibilidades de estar vivos al destete o producir un cerdo estándar, asimismo en otro trabajo se encontró que el 86% de los lechones < 0,80 kg de peso no sobreviven al destete.

Consecuentemente, pueden morir en los primeros días porque no pueden establecer la propiedad de un pezón funcional (Fotografía 1), posteriormente, los lechones más pesados son responsables de una mayor y más capaces de estimular su pezón para producir más calostro o leche y así obtener más hormonas y nutrientes disponibles de la cerda.

 

Los lechones nacidos con un peso de 1,2 kg o inferior crecieron menos, casi un 9% más lentamente desde el nacimiento hasta el sacrificio en comparación con sus compañeros de mayor peso.

Se observa también que los lechones de bajo peso al destete (<4,1 kg) en comparación con aquellos con mayor peso al destete, lo que resulta en una mezcla de lechones aumentando el potencial de transmisión de enfermedades, pero lo más importante es que contribuyen a pérdidas considerables de producción (por ejemplo: costos de alimentación, mano de obra y sanciones por sacrificio), ya que el peso al nacer también influye en la composición de la canal, lo cual produce una canal con un mayor porcentaje de tejido adiposo, que sus compañeros de camada.

Una estrategia que ha demostrado ser eficaz para mejorar el rendimiento de los LBP son los regímenes de inicio de altas especificaciones; los cerdos destetados tienen un crecimiento pobre, pero bajo la influencia de un régimen nutricional mejorado puede mejorar su rendimiento.

Se sugiere que los cerdos de crecimiento lento tengan una menor ingesta de alimento y menores concentraciones séricas de aminoácidos esenciales (EAA) en comparación con sus hermanos de rápido crecimiento.

La baja ingesta de alimento de los cerdos de bajo peso y posiblemente una mayor rotación de proteínas en relación con su tamaño, se sugiere que los cerdos de bajo peso pueden mostrar un rendimiento mejorado cuando se alimenta con dietas enriquecidas con nutrientes que son altas en EAA.

Para garantizar que la calidad y el bienestar de lechones no se vean comprometida, los productores de cerdos tienen cada vez más el desafío de mantener vivos a los lechones y mejorar el peso al destete, minimizando la ineficiencia de los lotes.

Es importante saber que los lechones se beneficiarán de las estrategias de intervención en diferentes etapas de crecimiento, ya que algunos cerdos de bajo peso pueden tener un mejor desempeño sin intervención, minimizando las tasas de crecimiento variables dentro de un grupo y posibles pérdidas económicas.

 

Condición Corporal

El aumento del número de lechones ha llevado a mayores requerimientos de energía y aminoácidos, sobre todo durante la lactación, dando interacciones más íntimas entre la gestación y lactación.

La alimentación durante la gestación es importante porque determina el tamaño y posterior vitalidad de los lechones al nacimiento.

Una cerda bien alimentada genera un mayor tamaño corporal, lo cual se traduce en una cavidad uterina más amplia incrementando el espacio disponible a cada feto y una mayor irrigación hacia éste.

Si las cerdas se mantienen durante la gestación en niveles nutricionales que les provoquen una pérdida de peso corporal, los lechones nacen con bajo peso y crecerán generalmente pequeños.

Tanto un déficit como un exceso de condición corporal se traducen en problemas y disminución de la capacidad reproductiva y productiva, por lo tanto, en pérdidas económicas.

Una cerda excesivamente delgada en gestación y maternidad será altamente susceptible a lesiones traumáticas, debido a la escasez de grasa de cubrición, generando lesiones y un exceso de estrés en la cerda, que puede comprometer la gestación o el parto (Fotografía 2).

 

Es bien conocido que hembras excesivamente gordas o en una condición corporal de 5, especialmente a final de la gestación conlleva a problemas alrededor del parto, como un mayor número de nacidos muertos, y aparición de síndrome de disgalaxia posparto antes conocido como Metritis, Mastitis, Agalactia (MMA).

Además, son estas mismas cerdas que llegan al final de la gestación con un exceso de grasa, las que posteriormente durante la fase de lactancia, tardan más en consumir la cantidad de alimento apropiada para tener una buena producción láctea y un buen desarrollo de sus lechones.

Asimismo, padecen más problemas locomotores, que son, al fin y al cabo, una de las principales causas de desecho.

Estrés de la hembra

En el período peripartum (desde 4 días antes y hasta 3 días después del parto) es un período sensible en la producción de lechones.

El proceso de parto comienza unos días antes del nacimiento. Durante este período, las cerdas pueden estar estresadas debido al nuevo entorno en el corral de maternidad y debido al proceso de parto.

El estrés durante el período de parto aumenta la duración el mismo y disminuye la producción de calostro, reduciendo así la energía y el suministro de IgG a los lechones.

Comportamiento materno

El comportamiento maternal de la cerda, el entorno del parto y el tipo de manejo en el momento del parto tendrá un gran impacto en la supervivencia de los lechones.

En general, el aplastamiento y la inanición puede explicar el 50 a 80% de la mortalidad postnatal de los lechones, y tanto como el 60 al 80% de estas muertes ocurren dentro de los primeros dos o tres días después del parto.

Por lo tanto, se espera que un mayor esfuerzo de manejo dentro de este período aumenta la tasa de supervivencia y otorga al productor más beneficios en términos de más lechones destetados.

Algunos indicadores de comportamiento importantes de la motivación materna son:

 

Un buen comportamiento materno es esencial para el crecimiento y supervivencia de los lechones.

En cerdas lactantes enjauladas, el comportamiento como los gruñidos, exposición de la glándula mamaria cuando están echadas, mirar a la camada, olfatear y responder rápidamente al llamado de distrés de los lechones, parece ser características importantes de una buena madre.

Las cerdas conforme se aproximan el momento del parto va perdiendo actividad, en ocasiones tras el nacimiento del primer lechón, se ponen de pie, giran sobre sí mismas y olfatean al lechón.

A diferencia de otros ungulados, la cerda no lame a sus lechones recién nacidos o les ofrece ayuda encontrando las ubres.

Generalmente, la cerda permanece tumbada e inactiva durante las primeras 48 h postparto. Esta inactividad del animal puede ser entendida como un mecanismo de adaptación para reducir la muerte de los lechones por aplastamiento, y facilitar el establecimiento del ciclo de amamantamiento, al encontrar los pezones más fácilmente los lechones.

Características funcionales y producción láctea, estos rasgos de comportamiento forman una base importante para la supervivencia de los lechones.

 

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