Una vez que los machos llegan a la pubertad, comienzan a desarrollarse olas de espermatozoides cada 3 o 4 días y se necesitan 5 a 6 semanas para que adquieran la capacidad fecundante. Debido a que el pool de células de Sertoli se establecen durante la fase de desarrollo, es de vital importancia proporcionar a […]
Una vez que los machos llegan a la pubertad, comienzan a desarrollarse olas de espermatozoides cada 3 o 4 días y se necesitan 5 a 6 semanas para que adquieran la capacidad fecundante.
Debido a que el pool de células de Sertoli se establecen durante la fase de desarrollo, es de vital importancia proporcionar a los cerdos las condiciones necesarias durante esta etapa, de manera tal de reducir al mínimo los factores que puedan afectar la espermatogénesis.
Es por ello, que la identificación y eliminación de los factores inhibidores es fundamental para el logro de este objetivo.
La proporción de espermatozoides móviles o motilidad es la estimación de la calidad seminal más utilizada en producción porcina, por lo que fue utilizada por Flowers, L. (2020) para graficar cómo se modifica la producción normal de espermatozoides en respuesta a diferentes tipos de estrés.
Este estudio reveló que cuando los cerdos eran expuestos a determinadas situaciones estresantes, la producción espermática se veía afectada variando su grado de afectación en función de la duración y de la intensidad del factor estresante al que se exponen.
Estrés agudo: efecto en la espermatogénesis
Dependiendo de si el factor estresante es grave o moderado, se produce una disminución inmediata (gráfico A) o atenuada (gráfico B), respectivamente. [registrados]
Esto se explica debido a que los factores de estrés grave afectan tanto a los espermatozoides maduros almacenados en el epidídimo como a los espermatozoides en desarrollo en los testículos, de modo que hay una disminución inmediata y aguda, mientras que los factores de estrés moderados afectan principalmente a los espermatozoides en desarrollo, de modo que suele haber 1 ó 2 semanas de eyaculaciones normales post estrés antes de que se observe una disminución en la calidad del semen.
En ambas situaciones, la producción espermática no vuelve a la normalidad hasta al menos 5 a 7 semanas después de que el factor de estrés haya sido eliminado debido a que es el tiempo que requiere la espermatogénesis.
Estrés crónico: efecto en la espermatogénesis
Por el contrario, la exposición a un estrés crónico produce un patrón diferente. El período durante el cual se ve afectada la producción espermática es mayor al observado frente a factores agudos de estrés, teniendo su punto más bajo alrededor de la semana 9 de iniciado el estrés (gráfico C).
Esto podría deberse a que, en un primer momento, los cerdos se adaptan a ese ambiente sub óptimo. Sin embargo, con el tiempo, se vuelven menos eficientes frente a la presencia constante del factor estresante.
En muchas situaciones, después de que la calidad espermática alcanza su punto más bajo, permanece en ese nivel hasta que el estrés desaparece, después de lo cual, la calidad y la cantidad de esperma comienzan a mejorar hasta volver a su nivel normal (pre estrés) una vez transcurridas 5 a 7 semanas.
Manejo del semen
Finalmente, las disminuciones en la producción de espermatozoides que se observan sólo durante 1 o 2 semanas podrían deberse a pérdidas de calidad seminal durante o después de la extracción y no debido al estrés en el animal (gráfico D).
Esta explicación se basa en que la recuperación de la calidad no puede darse rápidamente antes de las 5 o 7 semanas que dura la espermatogénesis, por lo que no es fisiológicamente posible que los verracos se recuperen antes si el estrés los ha afectado.
Además de la motilidad, otras estimaciones de la calidad seminal, como la morfología normal de la cabeza y la cola, la morfología del acrosoma y varios parámetros CASA (análisis de semen asistido por computadora), responden de igual manera frente a situaciones de estrés, por lo que cualquiera de ellas podría utilizarse.
Si los estudios de los verracos utilizan la motilidad para determinar los espermatozoides viables, el número de dosis de inseminación producidas por eyaculado también puede utilizarse para monitorear la carga de estrés en los mismos.
Factores de estrés que inciden en la espermatogénesis
Como se mencionó, los factores que representen un disconfort para el animal pueden influir negativamente en la producción espermática. La temperatura, el fotoperíodo y la nutrición son los aspectos más estudiados, mientras que la frecuencia de recolección y el alojamiento han recibido una atención considerablemente menor.
Estos factores influyen en la eficiencia con que las cohortes de espermatozoides inmaduros abandonan la población de células de Sertoli y adquieren la capacidad de fecundar óvulos.
Temperatura
Los efectos negativos producidos por la exposición a temperaturas ambientales elevadas sobre la espermatogénesis incluyen una gran proporción de espermatozoides con anormalidades morfológicas, la reducción de la motilidad y una fertilidad reducida. Además, el estrés térmico puede ser agudo o crónico en lo que respecta a la rapidez con que se produce y al período de tiempo en que se ve afectada la espermatogénesis.
La temperatura mínima del aire y el tiempo de exposición necesarios para producir un efecto agudo son 30°C (Stone 1982) y 72 h (McNitt y First 1970), respectivamente.
La producción normal de espermatozoides disminuye dentro de las dos semanas siguientes al comienzo del período de «estrés por calor» y requiere un período adicional de 5 a 6 semanas para la recuperación total una vez corregido el factor estresante (Wettemann y otros 1979).
Los efectos crónicos se producen cuando los verracos se exponen a períodos prolongados durante los cuales las temperaturas ambientales se encuentran constantemente en el rango superior de su zona de confort térmico, 26-29°C, y la humedad relativa suele ser superior al 80% (Flowers 1997).
Tanto la disminución en la calidad seminal por eyaculado como su recuperación se prolongan en los machos sometidos a un estrés crónico de temperatura, y ambas se producen a menudo durante un período de 10 a 14 semanas.
Nutrición
El impacto de la nutrición en la producción de espermática se centra principalmente en los requerimientos de proteína y energía.
Según diversas investigaciones se considera que la producción espermática se ve afectada significativamente cuando se presenta una restricción nutricional severa, del 25 al 50%, durante períodos de tiempo prolongados, de 6 a 8 semanas. Sin embargo, antes de notar un cambio en la producción de semen se observarán una disminución de la líbido varias semanas antes de afectarse la espermatogénesis.
Fotoperíodo
En algunos estudios se ha informado de que la exposición a largos períodos de luz reduce el número y la calidad de los espermatozoides; en otros se ha demostrado que revertir el fotoperíodo natural, es decir, aumentar la exposición cuando la duración del día disminuye, tiene efectos positivos; y en otros no se ha encontrado ningún efecto.
Aunque las investigaciones futuras establezcan que la producción de esperma mejora cuando los machos se exponen a regímenes de iluminación específicos, el mantenimiento de la oscuridad cuando los días son largos sería difícil de llevar a cabo de manera eficaz en las instalaciones donde se alojan a los cerdos.
Frecuencia de extracción
Es comúnmente aceptado que la extracción de semen realizada una vez cada 4-7 días optimiza la producción de esperma a lo largo del tiempo (Kemp et al. 1991).
Esto se basa en que nuevas ondas de esperma maduro llegan al epidídimo con esa frecuencia. Las extracciones menos frecuentes suelen dar lugar a un aumento del número de espermatozoides por eyaculación, pero la proporción de espermatozoides que presentan características normales disminuye.
Por el contrario, el aumento de las frecuencias de recolección reduce el número de espermatozoides y aumenta las proporciones de espermatozoides inmaduros.
La mayoría de los estudios en América del Norte parecen mantener a los verracos en frecuencias de recolección cercanas a una vez cada 5 días (Knox y otros, 2008). No obstante, a menudo se ven obligados a aumentarlas durante los períodos de temperaturas ambientales elevadas debido a la compensación por un mayor número de eyaculados que deben ser descartados debido a la calidad del esperma.
Esto suele hacerse al azar dando frecuencias de extracciones distintas entre machos, ya que a algunos se los hace eyacular hasta 5 veces por semana, mientras que otros sólo una vez en un intervalo de 3 a 4 semanas.
Además de la frecuencia de extracción, un factor que incide en la cantidad y calidad espermática es la interacción con el personal. Estudios demostraron que machos que eran manipulados por personas distintas tuvieron menor cantidad y calidad del esperma en comparación a los valores obtenidos cuando la persona que realizaba la extracción era siempre la misma.
Referencias
Flowers WL. Management of boars for efficient semen production. J Reprod Fertil. 1997;(Suppl. 52):67e78.
Flowers WL. Factors affecting the efficient production of boar sperm. Reprod Domest Anim. 2015;50(Suppl. 2): 25e30