Definitivamente la relación humano – animal (cerdos) es un factor importante en el campo del bienestar animal.
Definitivamente la relación humano – animal (cerdos) es un factor importante en el campo del bienestar animal. No se puede negar que la industria pecuaria viene avanzando aceleradamente, automatizándose la mayoría de actividades diarias en granja; sin embargo, los animales aún están bajo el control humano e interactúan en diferentes contextos. Este tipo de manejo […]
Definitivamente la relación humano – animal (cerdos) es un factor importante en el campo del bienestar animal.
No se puede negar que la industria pecuaria viene avanzando aceleradamente, automatizándose la mayoría de actividades diarias en granja; sin embargo, los animales aún están bajo el control humano e interactúan en diferentes contextos.
Este tipo de manejo puede ser variado:
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Contacto mínimo o negativo: los niveles de estrés son superiores en los animales.
Contacto suave regular: como las caricias y acicalamientos, hablarles con voz suave y gentil, recompensarlos con comidas.
La percepción positiva a los humanos puede afectar incluso, positivamente su estado emocional y sus capacidades cognitivas en los cerdos.
Por lo tanto, lograr esta percepción positiva es beneficioso no solo para el bienestar del cerdo, sino también económicamente para el productor.
Sin embargo, en la actualidad industria porcina, la interacción entre humanos y cerdos se ha reducido.
Incluso, durante el periodo de producción, los cerdos suelen exponerse a interacciones neutrales o negativas, como por ejemplo: castración, vacunación, descole, transporte, etc), lo que dificulta aún más lograr la percepción positiva.
Es por ello que es necesario encontrar estrategias que permitan al productor ser percibido positivamente por los animales.
Esto resulta un tanto difícil, ya que en la producción porcina, las actividades no suelen ser delicadas.
El aprendizaje social es la capacidad de un individuo para adquirir información altamente adaptativa del entorno mediante la observación o interacción con un animal más experimentado («demostrador»), típicamente un conespecífico.
Este aprendizaje puede verse afectado (o sesgado) por el rango social del individuo demostrador, siendo los animales de rango superior demostradores más efectivos en la transmisión social de información que sus subordinados.
La mayoría de los estudios sobre el aprendizaje social en los cerdos se han centrado en la conducta alimentaria.
No está claro si el aprendizaje social de los animales observadores con respecto a una relación positiva entre humanos y animales está influenciado por la dinámica social del grupo, específicamente por el rango social del animal demostrador.
Por lo tanto, el primer objetivo de este estudio fue determinar si los cerdos pueden aprender a percibir positivamente al ser humano mediante la observación de un demostrador conespecífico que recibe un manejo suave a largo plazo.
El segundo objetivo fue determinar si el rendimiento de aprendizaje en cerdos observadores puede verse afectado por el estatus social del demostrador, dilucidando si los conespecíficos dominantes tienen una mayor efectividad en la transmisión social de información.
Hipótesis
Los cerdos observadores expuestos a un cerdo demostrador que recibe un trato suave adquirirían una percepción positiva de los humanos a través del aprendizaje social.
Esto se expresa a través de respuestas conductuales y fisiológicas que denotan niveles más bajos de estrés y una mayor afinidad hacia el ser humano en comparación con los animales que reciben un contacto humano mínimo.
Brindar a los cerdos la oportunidad de observar a un demostrador conespecífico siendo manipulado positivamente por el productor conduce a la adquisición de una percepción positiva del ser humano a través del aprendizaje social observacional.
Esto podría ser significativo en los sistemas de producción porcina, donde los productores solo tienen una cantidad limitada de tiempo para interactuar positivamente con los animales.
El manejo positivo de demostradores previamente seleccionados podría ser una estrategia útil para reducir el nivel de miedo en un grupo más grande de animales.
Además, el estudio indica que no hubo diferencias en el rendimiento del aprendizaje social después de que los animales fueron expuestos a demostradores socialmente dominantes y subordinados.
Los cerdos observadores de ambos grupos de tratamiento muestran una motivación similar para interactuar con el humano en un entorno desconocido.
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