Mortalidad pre destete: influencia del estrés y nutrición de la cerda
El suministro de nutrientes maternos podría desempeñar un papel importante en la mortalidad pre destete de los lechones debido a su influencia en el desarrollo de los fetos durante la preñez, con un impacto directo en el peso y la vitalidad de los lechones al nacer.
El período peri-parto (desde 4 días antes y hasta 3 días después del parto) es un período sensible en la producción de lechones. El proceso de parto comienza unos días antes de que se produzca el mismo. Durante este período, las cerdas sufren estrés debido al nuevo ambiente y al proceso de parto propiamente dicho (Baxter et al.,2011b; Muns y otros, 2014a; Yun y otros, 2015).
El estrés durante el período de parto aumenta la duración del mismo y disminuye la producción de calostro, reduciendo así la energía y las IgG suministradas a los lechones (Edwards, 2002; Oliviero et al., 2008).
También puede afectar el comportamiento de la cerda generando inquietud e incluso agresividad (Kalantaridou et al., 2004). Esto aumenta el riesgo de aplastar a los lechones y afecta la lactancia. (Baxter y otros, 2011a).
El estrés pre-parto puede afectar a los aspectos conductuales y fisiológicos de la descendencia alterando su actividad hipotalámica (Kaiser y Sacher, 2001; Kranendonk et al., 2007; Muns et al., 2014a). Por ejemplo, Muns y otros (2014a) observaron que los lechones nacidos de cerdas estresadas tuvieron una mayor mortalidad y redujeron la ganancia diaria a destete, probablemente debido a una reducción de su capacidad de termorregulación, causada por una inhibición de la función de la tiroides debido a la estrés pre-parto(Berthon y otros, 1993). [registrados]
Nutrición de la cerda y mortalidad pre destete
El suministro de nutrientes maternos podría desempeñar un papel importante en la mortalidad pre destete de los lechones debido a su influencia en el desarrollo de los fetos durante la preñez, con un impacto directo en el peso y la vitalidad de los lechones al nacer.
Por lo tanto, en los últimos años se ha investigado intensamente la administración de suplementos dietéticos a las cerdas preñadas y lactantes para reducir la mortalidad pre destete y mejorar el crecimiento de los lechones (Kalbe et al., 2013; Quesnel et al., 2014; Tummaruk y Sumransap, 2014).
Energía
Por un lado, el peso corporal de los lechones al nacer está positivamente relacionado con la ingesta de energía de las cerdas durante la gestación (Campos et al., 2012). Por otro lado, la pérdida embrionaria temprana no parece estar influida por la sobrealimentación en la cerda hiperprolífica moderna (de Vos et al., 2014a).
Proteína y aminoácidos
No obstante, la disponibilidad de proteínas para el crecimiento del feto es más importante durante la gestación (de Vos y otros, 2014a). Las dietas de gestación con restricción de proteínas o un perfil de aminoácidos desequilibrado podrían aumentar la incidencia de los lechones nacidos con un peso corporal bajo (Kim y otros, 2009; Wu y otros, 2006).
El crecimiento fetal está controlado por los aminoácidos de la familia de la arginina (Wu et al., 2011). De hecho, la suplementación de las dietas con L-arginina o L-glutamina aumentó significativamente el peso de los lechones al nacer (Gao et al., 2012; Raghavan y Dikshit, 2004; Wu et al., 2013).
Además, las dietas complementadas con L-carnitina durante la preñez aumentaron significativamente el peso corporal de los lechones (Doberenz et al., 2006). Las razones podrían deberse a un aumento del suministro intrauterino de glucosa, el transportador de glucosa-1 y el IGF-I materno (Doberenz et al., 2006) y a un mayor desarrollo de la fibra muscular (Musser et al., 2006).
Por otra parte, la vitalidad de los lechones también se ve influida indirectamente por la nutrición de las cerdas. Los lechones nacidos de cerdas suplementadas con L-carnitina mejoraron su comportamiento de amamantamiento (Birkenfeld et al., 2006).
Ácidos grasos
El suplemento de las cerdas con aceite de atún o salmón aumentó el comportamiento de amamantamiento de los lechones y redujo la incidencia de aplastamiento a pesar de que también redujo su peso al nacer (Rooke et al., 2001a,b). Se sabe que los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (AGPI) son importantes para el desarrollo del cerebro y otras funciones fisiológicas (de Vos et al., 2014a).
Último tercio de gestación
La nutrición de las cerdas durante la última etapa de la gestación también puede influir en la producción de calostro o en la composición del calostro. Durante la última etapa de la gestación, las cerdas tienen una gran demanda de energía para el desarrollo mamario y la nutrición podría afectar a la producción de calostro tanto a través del desarrollo de la glándula mamaria como de los mecanismos que controlan la secreción de calostro durante la última etapa de la gestación (Farmer y Quesnel, 2009).
La sobrealimentación de las cerdas durante la gestación tiene un impacto negativo en la mamogénesis, debido a la deposición excesiva de grasa (Farmer y Sørensen, 2001). Las cerdas gordas tienen una alta resistencia a la insulina que interrumpe el transporte de glucosa a la glándula mamaria para la síntesis de la lactosa (Shennan y Peaker, 2000; Père y Etienne, 2007).
Por otra parte, la restricción de la alimentación al final de la gestación podría tener sólo un leve efecto perjudicial en el rendimiento del calostro, porque las cerdas ya tienen una gran reserva energética corporal (Dourmad y otros, 1999). No obstante, los resultados de Decaluwé y otros (2013) y Loisel y otros (2014) sugieren que un catabolismo excesivo antes del parto podría ser perjudicial para el rendimiento del calostro.
Además, la suplementación con grasa dietética durante la gestación y la suplementación dietética con glutamina durante la lactancia aumentaron la producción de leche de las cerdas, mejoraron la salud intestinal de los lechones y aumentaron la tasa de crecimiento y la tasa de supervivencia de los lechones (Laws et al., 2009; Jackson, 2004; Rooke et al., 2001a).
Referencias
Muns, M. Nuntapaitoon, P. Tummaruk, Non-infectious causes of pre-weaning mortality in piglets, Livestock Science, Volume 184, 2016, Pages 46-57, ISSN 1871-1413. https://doi.org/10.1016/j.livsci.2015.11.025.