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Obtener lechones sanos y vigorosos al destete es clave para el éxito en la producción porcina, y los primeros días de vida son decisivos. Enfermedades como la anemia ferropénica y la coccidiosis siguen siendo un reto, afectando al crecimiento y al bienestar animal. Hoy, contamos con soluciones inyectables que permiten prevenir ambas enfermedades a la vez, reducir el estrés y ahorrar tiempo en la granja.
La obtención de un lechón de calidad al destete es una de las claves para maximizar los resultados en la producción porcina. Son muchos los factores de los que depende conseguir lechones sanos, con buen apetito y edad y peso adecuados.
La anemia ferropénica y la coccidiosis son dos patologías extendidas a nivel mundial y muy importantes durante la etapa de lactación de los lechones (Hinney et al., 2020).
Además, en los últimos años se ha incrementado la concienciación sobre bienestar animal, incluso en los animales de producción como el ganado porcino (Scollo et al., 2020), lo que está originando cambios en los requerimientos legales relativos a su cuidado.
A ESTE RESPECTO, EL NIVEL DE ESTRÉS ES UN INDICADOR DE BIENESTAR ANIMAL
Desde hace unos años se puede prevenir la anemia ferropénica y la coccidiosis utilizando un solo producto inyectable (Forceris™), ofreciendo la posibilidad de prevenir estas enfermedades a la vez que se minimizan los niveles de estrés durante su administración (Sperling et al., 2024), además de proporcionar beneficios adicionales como una mejor dosificación y un ahorro de tiempo en el manejo (Rodríguez et al., 2022). |
¿QUÉ DEBEMOS RECORDAR DE LA ANEMIA FERROPÉNICA?
El Fe es un componente esencial de la hemoglobina (Hb) en sangre y de la mioglobina en músculo, por lo que, sin suficiente cantidad de Fe, el cuerpo no puede producir la Hb necesaria en los glóbulos rojos o eritrocitos para la transferencia de oxígeno a las células.
Los factores que contribuyen al desarrollo de la anemia ferropénica se resumen en la Figura 1.
CONSECUENCIAS DE LA DEFICIENCIA DE HIERRO
A continuación, se enumeran algunas de las principales consecuencias clínicas y productivas asociadas a la deficiencia de Fe en los animales:
DIAGNÓSTICO DE LA ANEMIA FERROPÉNICA
La confirmación de la anemia ferropénica se realiza mediante un análisis laboratorial de los niveles de Hb y del valor de hematocrito en sangre. A este respecto, Hanl (2014) establece los siguientes valores de Hb:
UNA FORMA SENCILLA Y EN TIEMPO REAL DE OBTENER LOS NIVELES DE Hb DE LOS LECHONES ES TOMAR UNA GOTA DE SANGRE DE UNA VENA AURICULAR Y MEDIR LA Hb CON UN FOTÓMETRO PORTÁTIL
PREVENCIÓN DE LA ANEMIA FERROPÉNICA
Los lechones necesitan una suplementación de hierro exógeno durante la primera semana de vida para prevenir la deficiencia de hierro y la anemia.
La administración parenteral de Fe es el método de suplementación más común en granjas porcinas comerciales, aplicando una inyección intramuscular (IM) de 200 mg de Fe (gleptoferron o dextrano) durante los primeros 3 días de vida (Svoboda et al., 2005).
EL GLEPTOFERRON, A DIFERENCIA DEL Fe DEXTRANO, SE ABSORBE DE FORMA COMPLETA Y CASI INMEDIATA (95 % DEL Fe EN 24H)
También conviene recordar que, aunque es posible utilizar hierro oral, la mayor parte no se absorbe y se excreta a través de las heces.
¿POR QUÉ SIGUE SIENDO IMPORTANTE LA COCCIDIOSIS PORCINA?
El agente causal de la coccidiosis en cerdos es Cystoisospora suis (C. suis) y forma parte del grupo de patógenos entéricos que causan la diarrea en lactación.
C. SUIS ES UN PARÁSITO PROTOZOARIO INTESTINAL (Joachim & Shrestha, 2019) QUE OCASIONA DIARREA Y RETRASO EN EL CRECIMIENTO EN LOS LECHONES
La fuente más habitual de infección de los lechones son las plazas de partos donde se encuentran los ooquistes, muy resistentes en el medio ambiente. El ciclo biológico es directo, de forma que los lechones excretan ooquistes no esporulados a través de las heces y éstos son ingeridos directamente por otros lechones.
Hay evidencia de infección y excreción de ooquistes muy temprana, a partir de la primera semana de vida del lechón (Sotiraki et al., 2007), tras la ingestión de ooquistes esporulados (la esporulación ocurre en condiciones de elevada temperatura y humedad), que son los que tienen capacidad patógena.
PRESENTACIÓN CLÍNICA DE LA COCCIDIOSIS
Generalmente, la clínica aparece a los 7-11 días de vida con diarrea pastosa amarilla-gris en una primera etapa, pudiendo evolucionar a diarrea semilíquida y líquida.
DIAGNÓSTICO DE LA COCCIDIOSIS
El diagnóstico de la coccidiosis se realiza en base a:
PREVENCIÓN Y CONTROL DE LA COCCIDIOSIS
Para la prevención de la infección de C. suis se recomienda, junto a medidas de manejo (todo dentro-todo fuera) y de higiene (limpieza y desinfección), el tratamiento con toltrazurilo (TLZ) (Hinney et al., 2020).
EL TLZ HA DEMOSTRADO SER EFICAZ CONTRA LA COCCIDIOSIS A UNA DOSIS ÚNICA DE 20 Mg/Kg, REDUCIENDO LA GRAVEDAD DE LOS SIGNOS CLÍNICOS Y LA EXCRECIÓN DE OOQUISTES
MAXIMIZACIÓN DEL CONTROL DE LA ANEMIA FERROPÉNICA Y LA COCCIDIOSIS EN LOS LECHONES – ¿QUÉ PARÁMETROS MEJORAN?
Clásicamente, la forma más extendida en la prevención de la anemia ferropénica y la coccidiosis era el uso de Fe (dextrano o gleptoferron), aplicado vía intramuscular, y TLZ administrado vía oral, ambos tratamientos realizados durante los primeros días de vida (Joachim et al., 2018).
Desde hace unos años, se viene utilizando un producto combinado inyectable (Forceris™) compuesto por Fe y TLZ (133,4 mg gleptoferron/ml; 30 mg TLZ/ml), que se administra vía intramuscular entre las 24 y 96h de edad, en una sola dosis (1,5 ml). |
CADA DOSIS CONTIENE 200 Mg DE Fe Y 45 Mg DE TLZ
A continuación, se exponen los resultados de algunos de los estudios publicados recientemente en los que se compararon los resultados del producto combinado inyectable (gleptoferron + TLZ) aplicado a las 24-96 h de edad frente a diferentes alternativas administradas con los protocolos habituales de las granjas.
PREVENCIÓN Y CONTROL DE LA COCCIDIOSIS
De Jonghe et al. (2024), Cornelis et al. (2024) y Vallejo et al. (2024) evaluaron el impacto sobre el nivel de Hb al final del periodo de lactación, tras la aplicación de Fe dextrano IM frente al producto combinado IM (gleptoferron + TLZ).
Como se observa en la Tabla 1, el porcentaje de animales anémicos fue significativamente menor en los lechones tratados con el producto combinado.
Cornelis et al. (2024) comprobaron que los niveles de Hb eran más homogéneos en los lechones tratados con el producto combinado (Gráfica 1).
Vallejo et al. (2024) midieron el efecto sobre el crecimiento de los animales en el periodo de lactación y observaron que los lechones tratados con el producto combinado (gleptoferron+TLZ) crecieron significativamente más, fueron 580 g más pesados (7,96±1,35 vs 7,38±1,22) que el grupo al que se le administró Fe dextrano (IM) y TLZ oral.
ESTUDIOS SOBRE LA PREVENCIÓN DE LA COCCIDIOSIS
Diness et al. (2024) centraron su trabajo en analizar:
En los animales tratados con el producto combinado (gleptoferron + TLZ) IM se detectaron menos ooquistes/g de heces y menos incidencia de diarrea que en los tratados con gleptoferron IM y TLZ oral (Gráficas 2 y 3), observándose también una mejora significativa en la ganancia media diaria (GMD) (+20 g/d).
En otro estudio, Ramis et al. (2024) aunque no evidenciaron diferencias en el peso al destete, como ocurre en multitud de trabajos previos, observaron un mayor peso y una mayor GMD en el periodo de transición en los lechones tratados con el producto combinado (Forceris™) IM frente a los que se aplicó TLZ oral (Control).
Las diferencias observadas al final del periodo de transición se mantuvieron durante la etapa de cebo, sin que hubiese crecimiento compensatorio.
Los animales tratados con producto combinado (gleptoferron + TLZ) IM pesaban significativamente más (+6 kg) que los tratados con TLZ oral, lo que supuso una mejora significativa de la GMD global (+35 g/d) desde el nacimiento al sacrificio (Gráfica 4).
CONCLUSIONES
En nuestra práctica diaria nos encontramos con múltiples desafíos que nos obligan a establecer prioridades y tomar decisiones.
TODAS LAS ACCIONES DESTINADAS A OBTENER LECHONES DE CALIDAD AL DESTETE REPERCUTIRÁN POSITIVAMENTE Y DE FORMA EXPONENCIAL EN ETAPAS POSTERIORES DE LA VIDA DE LOS ANIMALES
Los resultados de los estudios presentados en este artículo confirman que aún existe área de mejora en el control de la anemia ferropénica y la coccidiosis porcina.
Cada vez existen más trabajos que ponen de manifiesto que, administrando un producto combinado (Forceris™) vía intramuscular de forma temprana (24-96 h de edad) y en una sola dosis, se minimiza el porcentaje de lechones anémicos a la vez que se reduce la excreción de ooquistes de coccidios, disminuyendo la incidencia de diarrea y mejorando los crecimientos en todas las fases productivas, especialmente durante el periodo de lactación.