Las cerdas primíparas (PP) tienen requerimientos de nutrientes más altos y producen menos lechones que las cerdas multíparas (MP). Por lo general, las cerdas PP se inseminan antes de que alcancen su tamaño adulto y cuando los niveles de grasa dorsal son todavía limitados y a menudo están por debajo de la recomendación de 18-23 […]
Las cerdas primíparas (PP) tienen requerimientos de nutrientes más altos y producen menos lechones que las cerdas multíparas (MP). Por lo general, las cerdas PP se inseminan antes de que alcancen su tamaño adulto y cuando los niveles de grasa dorsal son todavía limitados y a menudo están por debajo de la recomendación de 18-23 mm en la primera inseminación.
Parte de la ingesta de nutrientes de una cerda primípara durante el ciclo reproductivo se sigue utilizando para el crecimiento de sus propios tejidos. El peso de los lechones al nacer y el rendimiento de crecimiento durante la lactancia también son menores para los lechones nacidos de las cerdas PP que para las cerdas MP, y estas diferencias pueden afectar al crecimiento de los lechones durante las fases de recría y engorde.
Los lechones nacen con reservas limitadas de grasa y glucógeno almacenado. Por lo tanto, una ingesta adecuada de calostro por parte del recién nacido es clave para su supervivencia, ya que proporciona nutrientes para el crecimiento y el desarrollo.
Ferrari y otros han demostrado recientemente que un mínimo de 200-250 g de calostro es necesario para evitar el retraso del crecimiento.
Además, Decaluwé y otros han demostrado una asociación entre la ingesta de calostro y el crecimiento y la supervivencia del lechón. El calostro también proporciona una inmunidad pasiva derivada de la transmisión de inmunoglobulina materna. En los cerdos, la transmisión placentaria de Ig de la madre a la circulación fetal no es posible, por lo que la captación de Ig del calostro es muy importante para la protección del lechón recién nacido.
El calostro y la leche también contienen altas cantidades de componentes bioactivos (por ejemplo, factores de crecimiento similares a la insulina, factor de crecimiento epidérmico, lactoferrina, leptina, nucleótidos) que juegan un papel en la maduración de los órganos, el crecimiento, y la resistencia a las enfermedades.
Es posible que las cerdas primíparas no se adapten bien al nuevo entorno, incluida la adquisición de inmunidad específica contra los patógenos presentes en la granja. Estudios previos, han informado de concentraciones de Ig más bajas en la sangre de las cerdas PP que de las cerdas MP.
Suscribete ahora a la revista técnica porcina
AUTORES
Impacto de la capacitación de nuestro equipo de granja en los resultados productivos
Laura BatistaRetos en Bienestar Animal para LATAM, parte 1 de 2
M. Verónica Jiménez GrezEL USO DE GRASAS OXIDADAS EN LA ALIMENTACIÓN PORCINA: LÍNEA DE PRODUCCIÓN Y PRODUCTO TERMINADO PARTE 3/3
Gerardo Ordaz Ochoa Luis Humberto López Hernández María Alejandra Pérez AlvaradoFallos reproductivas en producción porcina
Ronaldo GottardoRompiendo un dogma: ¿los anticuerpos son realmente importantes frente a Mycoplasma hyopneumoniae?
Rafael Frandoloso Suzana Satomi KuchiishiSanidad y Coaching: El Secreto para una Granja Eficiente y un Equipo Motivado
Ismael M. Dolso Laura Romeo¿La calidad del agua afecta al crecimiento y/o la salud de los lechones?
Brigit Lozinski Gerald Shurson Lee Johnston Melissa Wilson Milena Saqui-Salces Pedro E. Urriola Yuzhi LiImpacto de precio de Harina de Soya (SBM) relativo al precio del maíz, ¿qué se puede esperar en costos de la dieta?
Gabriela MartínezSalud Intestinal en Lechones: estrategias prácticas y rentables