Durante los años 80 y 90, la enfermedad fue muy frecuente en Europa, pero poco a poco perdió su importancia a medida que la población porcina adquirió inmunidad natural.
En los últimos años, el virus de la diarrea epidémica porcina (PEDv) se ha registrado en Europa, Asia y América, lo cual ha generado altas pérdidas asociadas a la presentación de brotes en cerdos susceptibles de todas las edades, caracterizados por vómito y diarrea en animales adultos y jóvenes, siendo letal en animales recién nacidos.
El virus de la diarrea epidémica porcina (PEDv) fue reconocido por primera vez en Inglaterra en 1971, en los últimos años se han tenido registros en Europa, Asia y América, lo cual ha generado altas pérdidas asociadas a la presentación de brotes en cerdos susceptibles de todas las edades, caracterizados por vómito y diarrea en animales adultos y jóvenes, siendo letal en animales recién nacidos.
Durante los años 80 y 90, la enfermedad fue muy frecuente en Europa, pero poco a poco perdió su importancia a medida que la población porcina adquirió inmunidad natural.
En la actualidad, la enfermedad ha alcanzado una importancia relevante en América, ya que el ingreso de cepas virales del PEDv a Estados Unidos y Canadá, con una gran similitud a las cepas de China, ha producido grandes pérdidas a la industria porcina en estos países.
La enfermedad se confirmó en México en julio y agosto de 2013 por métodos como la inmunocromatografía y el PCR, siendo actualmente endémica en la mayoría de los estados mexicanos productores de cerdos.
En octubre del 2013 también se describieron de manera no oficial casos en República Dominicana, en Santiago y en marzo del 2014 en Colombia.
Esta enfermedad es altamente contagiosa, ya que se ha visto su amplia distribución en diferentes áreas geográficas en el ámbito mundial y su alta propagación en población de porcinos, y ha llegado a generar cuadros clínicos similares a la gastroenteritis transmisible porcina (TGEV). [registrados]
Es un virus sensible al éter y cloroformo, y pierde su infectividad a temperaturas de 60ºC por 30minutos. Es estable a un pH entre 5 y 9 a 4ºC y entre 6.5 y 7.5 a 37ºC. Produce un efecto citopático con formación en sincitios y vacuolización de las células.
Por otro lado, se conoce que el virus es sensible a los desinfectantes comunes, entre estos se encuentran el hipoclorito de sodio, compuestos fenólicos, hidróxido de sodio (2%), formalina al 1%, agentes oxidantes y combinaciones entre glutaraldehído y amonio cuaternario.
Para el caso del TEGV, PEDv y PDCoV, estos presentan las mismas características epidemiológicas y distinguirlas hoy en día en campo es difícil, por lo que se requiere el uso de pruebas de laboratorio.
El contagio se presenta por contacto con secreciones, materia fecal, fómites, alimento y agua contaminada con el virus; es oral-nasal y fecal, también se especula sobre la posibilidad de transmisión por aerosoles, principalmente en áreas de alta densidad porcina.
El periodo de incubación es de 24 – 36 horas; cuando se introduce un animal infectado con PEDv a una granja totalmente susceptible, los signos clínicos aparecen entre 4 y 5 días después. El virus se elimina entre 7 y 9 días, pero esto también puede ocurrir hasta por 35 días.
Después de un brote en una granja de cría, el virus puede desaparecer o persistir.
Formas de diseminación del PEDv
Manifestaciones clínicas
En general, en la totalidad de los coronavirus porcinos las manifestaciones clínicas son muy evidentes en lechones en las primeras semanas de vida (una a tres semanas de edad), lo cual los puede llevar a la muerte.
En animales de edades posteriores y en adultos, las manifestaciones clínicas pueden ser variables, y en algunos casos son imperceptibles
La morbilidad puede alcanzar el 100% en lechones lactantes, pero esta puede ser variable en las madres. Los lechones lactantes en la primera semana de edad pueden alcanzar una mortalidad entre 50 y 100%, después de una duración de la diarrea entre tres y cuatro días.
Patogenicidad
La patogénesis ha sido estudiada en lechones lactantes inoculados con la cepa de referencia CV777, la cual fue aislada en Bélgica en los años ochenta.
Los signos clínicos aparecen entre 22 y 36 horas después de la infección. El virus tiene un tropismo por las células epiteliales del intestino delgado en los enterocitos donde inicia su multiplicación a los 12 y 18 posinfección, y alcanza un máximo de reproducción entre las 24 y las 36 horas.
El virus produce degeneración de las células epiteliales y reducción en la altura de las vellosidades en el intestino delgado, pero se puede reproducir en el colon, aunque no se han reportado cambios degenerativos en el epitelio.
Control y prevención
Se debe revisar la bioseguridad interna (biocontención) y la bioseguridad externa (bioexclusión). Se debe tener precaución con productos concentrados o materias primas de origen internacional (plasma porcino).
Las recomendaciones de bioseguridad incluyen: limitar el ingreso de personas y equipos; trazar un programa estricto de higiene y desinfección; exigir tiempos de cuarentena visitantes, aislamiento y cuarentena para animales vivos; prácticas de cambios de uniformes, botas y lavado de manos, entre otras
Por otro lado, es necesario entender el sistema de transporte hacia adentro o hacia afuera de la granja, o las múltiples posibilidades para que el virus ingrese a la granja.
Cada evento de transporte representa un alto riesgo. La diseminación mecánica del virus se puede realizar por contaminación de la cabina o el chasis. Esta contaminación puede ocurrir en la granja con el grupo de cerdos que se transporta, o por contaminación cruzada en la planta de sacrificio, en la planta de concentrados o en el sitio de
lavado de los vehículos.
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