Este evento desencadena la reducción de la temperatura corporal poco después del nacimiento.
Considerando la temperatura fisiológica en el útero de la cerda, entre 38 ° C a 40 ° C, inmediatamente después del nacimiento del lechón, cuya temperatura mínima de confort es alrededor de 34 ° C a 35 ° C, entra en contacto con un ambiente más frío en las jaulas de parto, cerca del rango […]
Considerando la temperatura fisiológica en el útero de la cerda, entre 38 ° C a 40 ° C, inmediatamente después del nacimiento del lechón, cuya temperatura mínima de confort es alrededor de 34 ° C a 35 ° C, entra en contacto con un ambiente más frío en las jaulas de parto, cerca del rango de comodidad para la cerda lactante, 18 ° C a 23 ° C.
Este evento desencadena la reducción de la temperatura corporal poco después del nacimiento.
Este proceso se conoce como hipotermia posnatal y su extensión y duración se correlacionan negativamente con las posibilidades de supervivencia del lechón.
Estas pérdidas pueden afectar a los lechones en formas de:
Baja ingesta de calostro,
Bajo desarrollo,
Mayor susceptibilidad a enfermedades,
Más casos de aplastamiento.
Sin embargo, existen grandes diferencias individuales entre y dentro de las camadas, en el éxito de la recuperación de los lechones recién nacidos.
La recuperación de la temperatura corporal a valores fisiológicos normales depende de factores como:
La temperatura ambiente,
El peso del lechón al nacer,
El tiempo necesario para iniciar la lactancia,
El manejo adoptado en la explotación.
Actualmente, las cepas de cerdas destinadas a la reproducción se están mejorando genéticamente para volverse hiperprolíticas.
Además, los cambios inherentes al manejo permitieron el aumento en el número de lechones destetados por hembra por año, de un promedio de 21 a 23 lechones a un nivel cercano a 28 a 30 lechones destetados por hembra por año.
En consecuencia, hubo un aumento de los problemas relacionados con el peso al nacer y las camadas no uniformes, lo que contribuyó a una mayor variabilidad de peso entre los lechones.
El menor peso al nacer predispone a los lechones a tener menores posibilidades de supervivencia y este efecto es más pronunciado en lechones con un peso medio inferior a 1,0 kg.
Menores niveles de aporte energético corporal,
Mayor sensibilidad al frío,
Tardan más en alcanzar el complejo mamario,
Menor capacidad para elegir la mejor teta.
La capacidad termorreguladora está directamente relacionada con el peso al nacer.
[registrados]
Los lechones más ligeros tienen una mayor superficie corporal en relación con su peso y, por lo tanto, son más propensos a verse afectados por la hipotermia.
T1 – menos de 1,00 kg,
T2 – 1,00 a 1,39 kg,
T3 – mayor o igual a 1,40 kg.
El peso del lechón al nacer interfiere significativamente en el comportamiento de su temperatura superficial postnatal y consecuentemente en el tiempo que tarda en ingerir el calostro.
El lechón más pesado al nacer tiene una caída de temperatura más baja y la primera ingesta de calostro ocurre más rápidamente.
Los lechones con bajo peso al nacer requieren una atención especial para evitar pérdidas por hipotermia.
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