Evaluación
Como el 60% del crecimiento fetal ocurre en el último tercio de la gestación, es necesario proporcionar nutrientes adecuados en esta etapa para asegurar un buen peso de los lechones al nacer. La mayoría de los trabajos de investigación están relacionados con el tipo de acomodación en el tercio inicial o la mitad de la […]
Como el 60% del crecimiento fetal ocurre en el último tercio de la gestación, es necesario proporcionar nutrientes adecuados en esta etapa para asegurar un buen peso de los lechones al nacer. La mayoría de los trabajos de investigación están relacionados con el tipo de acomodación en el tercio inicial o la mitad de la preñez, y pocos están relacionados con cerdas desarrolladas en viviendas colectivas en el último tercio de la gestación, con evaluación de aumento de peso y rendimiento productivo.
En la actualidad, el tipo de vivienda más utilizada, para cerdas preñadas y destetadas, es el de jaulas individuales, ampliamente utilizado en varios países. Este sistema permite la individualización de la alimentación y facilita el diagnóstico del estro y la posterior inseminación artificial.
Sin embargo, genera diferentes niveles de estrés, comportamientos agresivos y estereotipos. Además, las jaulas individuales no permiten la expresión normal del comportamiento de la hembra, como cambiar su propio eje y las interacciones sociales.
Los corrales colectivos permiten interacciones sociales, que suelen causar problemas de consumo de alimentos y, en consecuencia, problemas reproductivos. Estos deben tener suficiente espacio para permitir el acceso a la cantidad necesaria de alimento, además de permitir el comportamiento de escape en el área del comedero, donde se produce una gran cantidad de disputas.
Evaluación
El objetivo de una evaluación fue determinar la asociación del comportamiento de las cerdas, mantenidas en corrales colectivos durante la alimentación, con el aumento de peso en el último mes de gestación, y determinar si la uniformidad de peso de la camada está influenciada por el aumento de peso de las hembras.
Las cerdas (n=699) fueron separadas en tres grupos:
Cada uno de ellos se dividió en 3 subgrupos de acuerdo con el porcentaje de aumento de peso:
Las hembras de (6 – 9) mostraron un mayor número de peso al nacer de los lechones por debajo de 1.20 kg y un mayor coeficiente de variación del peso al nacer en comparación al grupo de cerdas (2)
Se observaron lechones de menor peso al nacer y un mayor número de lechones con un peso <1.20 kg en el subgrupo de bajo peso.
La variación en el aumento de peso durante el último mes de gestación en cerdas alojadas en grupo está influenciada por la competencia en el momento de la alimentación, y el menor aumento de peso durante el último mes de gestación reduce el peso al nacer de los lechones.
Fuente
También te puede interesar:
Suscribete ahora a la revista técnica porcina
AUTORES
STREPTOCOCCUS SUIS: LESIONES MACROSCÓPICAS, MICROSCÓPICAS Y SITIOS IDEALES DE TOMA DE MUESTRAS PARA EL DIAGNÓSTICO DEFINITIVO
Aline de Marco Viott Amália Ferronato Ângela Rocio Poveda Parra Manoela Marchezan PivaCertificación en bienestar animal: clave para la producción porcina
M. Verónica Jiménez GrezDesafíos y nuevas estrategias para una gestión sostenible de los purines
Rosa GallartNIRS: Tecnología para estimar la composición química de los alimentos utilizados en cerdos
Ericka Ramírez Rodríguez Gerardo Mariscal Landín Gerardo Ordaz Ochoa Ricardo Basurto GutiérrezPrácticas que nos ayudan a evaluar los procesos de la Bioseguridad: limpieza y desinfección
Patricia PeñaSupervivencia del lechón: estrategias para reducir la mortalidad pre destete (parte 2 de 2)
Energía neta para predecir el rendimiento del crecimiento
Gabriela MartínezEDICIÓN GENÉTICA EN LA MEJORA DE PRODUCCIÓN PORCINA
Laura BatistaSector porcino argentino: reportaje a Daniel Fenoglio