Debe enfatizarse que los problemas respiratorios en los cerdos son frecuentemente el resultado de múltiples agentes (coinfección) y rara vez se deben a los efectos de un solo patógeno, por ello, solemos hablar de Complejo Respiratorio Porcino (CRP).
Conocer las lesiones patológicas, el muestreo y diagnóstico de las afecciones respiratorias porcinas más comunes e importantes, basado en la literatura disponible y en la experiencia práctica es fundamental para abordar el Complejo Respiratorio Porcino (CRP).
Desentrañando los misterios de los procesos respiratorios porcinos
Las enfermedades respiratorias en porcino pueden clasificarse en dos grandes categorías en función del alcance y la duración de la enfermedad manifiesta:
1.- Enfermedades respiratorias que afectan a un gran número de cerdos, pudiendo ser graves y costosas, pero de duración limitada:
Influenza porcina
Forma neumónica de Pseudorrabia
Enfermedad asociada a Circovirus Porcino (CPV2)
Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino (PRRS)
2.- Enfermedades respiratorias que persisten en una gran cantidad de cerdos por períodos indefinidos (Neumonía Micoplásmica y Pleuroneumonía).
En estos casos, es difícil mantener a las piaras libres de enfermedades respiratorias, siendo endémicas en muchas granjas.
Debe enfatizarse que los problemas respiratorios en los cerdos son frecuentemente el resultado de múltiples agentes (coinfección) y rara vez se deben a los efectos de un solo patógeno, por ello, solemos hablar de Complejo Respiratorio Porcino (CRP).
La Neumonía Enzoótica, por ejemplo, cuando es causada solo por Mycoplasma tiene poca relevancia. Sin embargo, cuando se combina con un patógeno secundario como Pasteurella multocida, la condición resultante puede ser grave.
Primera parada – Dominando la técnica de necropsia
La realización de una necropsia es un proceso relativamente sencillo para el que existen diferentes procedimientos disponibles en la literatura. En todo caso e independientemente del método utilizado, la necropsia siempre debería siempre ser ordenada, sistemática y completa, evitando dejar órganos o tejidos importantes sin examinar, indistintamente de la sintomatología presente y el diagnóstico clínico presuntivo.
Para obtener el mayor rendimiento, la necropsia debe realizarse lo más tempranamente posible tras la muerte o sacrificio del animal. En este artículo, los autores se centran en la apertura y examen de la cavidad torácica y aparato respiratorio.
Colocación del cadáver
Generalmente, lo más común es utilizar la posición en decúbito supino para animales jóvenes o lactantes.
Para estabilizar el cadáver se realizan cortes en la región axilar y en la articulación coxofemoral, dejando caer las extremidades por su propio peso sobre la mesa.
Decúbito lateral
En cerdos mayores o adultos, es más manejable la posición en decúbito lateral, sobre el lado derecho, cortando en la región axilar y coxofemoral y dejando caer las extremidades o bien extrayéndolas para exponer en su totalidad la pared torácica y abdominal (Imagen 1).
Apertura de cavidad torácica
Acceso costocondral
En decúbito supino, se realizan dos cortes sobre la piel y tejidos blandos desde la sínfisis mandibular, formando un triángulo hasta la entrada del tórax.
Posteriormente, se realiza un corte a nivel costocondral en cada lado para exponer la cavidad torácica.
Acceso costovertebral
En decúbito lateral, el procedimiento es más sencillo si se realiza primero la apertura de la cavidad abdominal:
Se realiza un corte de dorsal a ventral siguiendo
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