Como resultado de la cría intensiva, el tamaño de la camada ha aumentado considerablemente en la producción porcina durante las últimas tres décadas. Esto ha dado lugar a un aumento de las complicaciones del parto. El parto prolongado acortará la ventana para la lactancia de calostro y reducirá las posibilidades de ingesta de calostro de alta […]
Como resultado de la cría intensiva, el tamaño de la camada ha aumentado considerablemente en la producción porcina durante las últimas tres décadas.
Esto ha dado lugar a un aumento de las complicaciones del parto. El parto prolongado acortará la ventana para la lactancia de calostro y reducirá las posibilidades de ingesta de calostro de alta calidad.
Los estudios también coinciden en que el aumento del tamaño de la camada dio como resultado una disminución del peso al nacer de los lechones y un aumento de las variaciones de peso al nacer dentro de la camada.
Sin embargo, el peso al nacer es uno de los factores críticos que afectan el pronóstico de la ingesta de calostro y el crecimiento, el bienestar y la supervivencia de los lechones.
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Las camadas con una distribución desigual del peso al nacer sufrirán y conducirán a una mayor mortalidad de los lechones antes del destete.
La gestión adecuada es clave para manejar la situación.
Estrategias de alimentación antes del parto, rutinas de manejo durante el parto (p. Ej. secar y mover los lechones a la ubre y la crianza cruzada) y alimentar a los lechones con una fuente de energía después del nacimiento pueden ser herramientas de manejo beneficiosas con camadas grandes.
La recuperación impulsada por el factor de crecimiento similar a la insulina 1 (IGF-1) de las pérdidas de energía durante la lactancia parece fundamental para apoyar el desarrollo del folículo, la viabilidad de los ovocitos y embriones y, finalmente, la uniformidad de la cama.
Esta revisión explora ciertas rutinas de manejo para lechones recién nacidos que pueden conducir a la optimización de su ingesta de calostro y, por lo tanto, a su supervivencia en camadas grandes.
Además, este artículo revisa la evidencia sobre factores nutricionales, en particular la alimentación durante la lactancia, que pueden reducir la pérdida de reservas corporales de la cerda, afectando el crecimiento de la próxima generación de ovocitos.
En conclusión, la disminución del peso al nacer y la inmunidad comprometida son temas que requieren investigación en la búsqueda de nuevas herramientas de manejo.
Además, para aumentar la uniformidad de la camada, se debe prestar más atención a los factores nutricionales que afectan el desarrollo del folículo impulsado por IGF-1 antes de la ovulación.