EGD al final de la gestación de las cerdas – ¿Cómo influye en la lactación?
La producción de leche por parte de las cerdas es determinante para la supervivencia de los lechones, siendo importante que tengan una condición corporal óptima.
La leche de cerda es importante para la supervivencia y el crecimiento de los lechones. El espesor de grasa dorsal (EGD) de las cerdas a finales de la gestación es uno de los indicadores de su condición corporal, influyendo en el desarrollo fetal y la síntesis de la leche.
En la era de la cerda hiperprolífica, incrementar la tasa de supervivencia de los lechones es esencial para mejorar la productividad de las granjas, reduciendo así los costes de engorde por cabeza. Entre los factores que determinan la supervivencia de los lechones se encuentran:
Variables reproductivas, como la duración del parto: si el parto se prolonga en exceso, algunos lechones corren el riesgo de sufrir hipoxia, reduciendo su viabilidad y vitalidad.
Peso de los lechones al nacimiento: un bajo peso al nacimiento es un factor de riesgo que puede conducir a estados de hipotermia debido a la alta relación superficie/volumen.
Producción de leche y calostro por parte de las cerdas: el calostro y la leche son la única fuente de nutrientes que recibe el lechón al inicio de su vida y, tanto la composición nutricional como la cantidad son importantes.
La síntesis de los componentes para la producción de calostro y leche ocurre pocas semanas antes del parto y continúa durante el mismo.
La mayoría de las cerdas acumulan grasa durante la gestación y usan estas reservas durante la lactación para la producción de calostro y leche. Por lo tanto, la grasa dorsal constituye una importante reserva de energía e influye en la producción de calostro y leche.
En este sentido, el EGD es un parámetro importante a considerar cuando se seleccionan las cerdas jóvenes, ya que influirá en su rendimiento reproductivo posterior.
Además, se ha comprobado que una excesiva pérdida de proteínas corporales y grasa dorsal durante la lactación se asocia a un aumento en el porcentaje de lechones nacidos muertos, y a una reducción del tamaño y crecimiento de la camada.
No obstante, un incremento del EGD a los 109 días de gestación se asocia con una disminución de la ingesta diaria de alimento por parte de la cerda, lo que implica mayor pérdida de grasa y peso durante la lactación. Además, un exceso de EGD antes del parto puede conducir a un aumento de las distocias.
Todavía son escasos los estudios sobre la asociación entre el EGD de las cerdas antes del parto y los parámetros peri y posparto en las cerdas y sus crías. Por ello, un grupo de investigación de Tailandia, ha estudiado la relación entre el EGD de cerdas a los 109 días de gestación con los siguientes parámetros:
Duración del parto
Peso de los lechones al nacimiento
Producción de calostro
Producción de leche
Posterior rendimiento reproductivo de las cerdas
El estudio se realizó con 73 cerdas y 1.291 lechones, midiendo el EGD de las cerdas a los 109 días de gestación y clasificándolas en tres grupos:
LOW: EGD ≤ 12,5 mm
MODERATE: EGD 13-15 mm
HIGH: EGD ≥ 15 mm
Entre los parámetros evaluados, se encuentran:
EGD de las cerdas a los 10, 17 y 21 días posparto
Pérdida de EGD durante la lactación
Duración del parto
Nº lechones nacidos vivos/camada
Proporción de lechones nacidos muertos/camada
Proporción de lechones momificados/camada
Peso de los lechones a los 0, 1, 3, 10 y 17 días posparto
Producción de leche y calostro, e ingesta de calostro entre los días 3-10 y 10-17
El análisis de los resultados no reveló diferencias significativas en cuanto a la duración del parto, el peso al nacimiento, o la proporción de lechones nacidos vivos y momificados entre los distintos grupos.
Sin embargo, hubo un aumento en el número de lechones nacidos muertos en el caso del grupo LOW, con menor EGD.
Por otro lado, se observó una asociación positiva entre el aumento del EGD al día 109 de gestaciónaumentó de la producción de leche entre los días 3 y 10 de lactación, pero también se observó una mayor pérdida de grasa dorsal durante el periodo de lactación.
Se concluye así, que un mayor EGD al día 109 de gestación se relaciona con una mayor producción de leche, pero también con una mayor pérdida de grasa dorsal, lo que puede repercutir negativamente en el siguiente ciclo productivo.