El gasto de agua condiciona la huella hídrica para la obtención de los productos ganaderos, por lo que es necesario minimizar el consumo de agua más allá de las necesidades hídricas del ganado porcino y así limitar la producción de purín
Por Javier Álvarez-Rodríguez, Daniel Babot Gaspa Departamento de Producción Animal, Universitat de Lleida
En muchas zonas del mundo, existe un problema creciente por la disponibilidad de agua que afecta a las actividades ganaderas que pueden llevarse a cabo.
En España, por ejemplo, la pluviometría es desigual entre zonas, lo que afecta mucho a la disponibilidad de agua para los cultivos y la ganadería.
El gasto de agua condiciona la huella hídrica para la obtención de los productos ganaderos, por lo que es necesario minimizar el consumo de agua más allá de las necesidades hídricas del ganado porcino y así limitar la producción de purín.
De esta forma, se reducirán los costes del canon de consumo de agua, los costes de aplicación del purín y el posible impacto medioambiental derivado de una mala gestión del mismo.
Esta coyuntura hace recomendable el registro del gasto de agua y del purín producido en las granjas.
Imagen 1. Contador volumétrico de agua, se recomienda incorporar uno al menos en cada línea de la granja
La primera medida puede tomarse fácilmente con la instalación de contadores volumétricos instalados en cada corral o, al menos, en cada línea de la nave Imagen 1.
Mientras, el registro del purín producido puede estimarse fácilmente multiplicando la altura del purín en la fosa por la superficie de la misma.
Imagen 2. Medición de la altura de purín para estimar el volumen de deyecciones producido. Para ello debemos conocer la superficie de la fosa de purines
Para controlar el consumo de agua es necesario revisar los caudales de agua (litros/minuto) que abastecen los bebederos así como la presión del agua en las conducciones.
Minimizar el consumo de agua limita la producción de purín
Aunque existen distintas recomendaciones sobre el caudal requerido para cubrir las necesidades del porcino, algunas fuentes apuntan a valores próximos a 1 litro/minuto en el engorde y gestación, y valores próximos a 2 litros/minuto en lactación (Gonyou, 1996; Patience, 2012).
El agua es un nutriente esencial para el crecimiento (tejido muscular apox. 70% de agua) (Okrouhla et al. 2008). Sin embargo, es necesario reducir el malgasto de agua, especialmente en los cerdos de engorde, que consumen el 62% del agua utilizada por el conjunto de fases de producción, con consumos de agua muy diferentes: dede 4,4 litros/cerdo/día (cazoleta) a 9,1 litros/cerdo/día (chupetes) (Muhlbauer et al., 2010).
Los cerdos de engorde consumen el 62% del agua utilizada en el conjunto de las fases de producción
En condiciones termoneutras (18-25 ºC), un cerdo requiere aproximadamente 2 litros de agua/día con 20 kg de peso y 7 l de agua/día con 100 kg de peso (Nagai et al., 1994; Brumm et al., 2000). No obstante, el mejor indicador de las necesidades hídricas del cerdo se expresaría a través de la ratio entre el agua gastada y el pienso consumido.
Según el NRC (2012), este cociente debería estar próximo a 2’5, mientras que en la realidad se registran valores superiores a 4 en la mayoría de los estudios.
El desperdicio de agua en cerdos se produce principalmente durante los 10 min posteriores al consumo de pienso
Esto refleja el desperdicio de agua que se produce durante la conducta de bebida, que se produce principalmente (85% del total de agua ingerida) en los 10 primeros minutos después de la conducta de consumo de pienso (Bigelow y Houpt, 1988).
A nivel de granja existen diversos factores que afectan al consumo de agua, entre ellos, el tipo de bebedero y la forma de presentación del pienso, además de otros como la altura del bebedero.
Es recomendable ajustar la posición del bebedero al crecimiento del animal, ajustando la altura del mismo a nivel de la paletilla del cerdo.
De esta forma, el desperdicio se reduce, respecto a una posición fija de 33 cm, de un 40 a un 20% (Li et al., 2005).
En un estudio con 124 cerdos híbridos (Landrace x Duroc) x Pietrain, se controló, entre otras variables, el consumo de agua, el volumen y la composición físico-química del purín.
Los animales estaban alojados en 32 corrales con 4 tipos de bebedero diferentes Figura 1 y alimentados con tolva holandesa sin bebedero incorporado, entre los 20 y los 100 kg de peso en época fría del año.
El ensayo demostró que el volumen de purín por animal y día fue menor en los grupos con bebedero de cazoleta, que a su vez mostraron un menor consumo de agua (-30%) Gráfico 1.
Esta diferencia modificó la concentración de materia seca del purín. BEBEDEROS
Figura 1. Tipos de bebederos evaluados en el estudio (Álvarez- Rodríguez et al., 2013) b a c d
Se recomienda que la altura del bebedero esté a nivel de la paletilla del cerdo
Los bebederos sin cazoleta conllevarían un volumen extra de purín que supondría, a modo de ejemplo, unos 330 m3 adicionales por ciclo de engorde en una granja de 1000 cerdos.
Esto tendría además implicaciones sobre las necesidades de almacenamiento en las balsas exteriores, e incrementaría en este caso 430 € por ciclo el coste de aplicación del purín en campo, según los costes estimados de mano de obra y maquinaria siguiendo la metodología ASAE (2003).
Gráfico 1. Consumo de agua (l/día) y ratio agua: pienso (l/kg) -dentro de cada barra- en cerdos de engorde (20-100 kg) alimentados con un programa de alimentación de 3 fases y diferente tipo de bebedero. Letra distinta dentro de cada fase de alimentación indica diferencias significativas entre bebederos (P<0,05). El consumo medio diario de agua global por cerdo fue de 8,2, 9,7, 6,9 y 5,6±0,5 l/día en tipo bola, pico-pato, cazoleta cuadrada y cazoleta redonda, respectivamente (Álvarez-Rodríguez et al., 2013).
Así mismo, el tipo de bebedero modificó el valor fertilizante del purín. El purín procedente de los corrales con bebederos sin cazoleta mostró un menor contenido de N amoniacal (-45,6%), N total (-45,3%) y K (-62,8%) que el originado en los corrales con bebederos con cazoleta.
El elevado volumen y reducido nivel de nutrientes es un factor limitante para la distancia a la que el purín puede ser transportado para su uso como fertilizante.
La evolución paralela de los valores fertilizantes de N y K se explicaría porque tanto el N amoniacal como el K son elementos solubles de la fracción líquida del purín (Yagüe et al. 2008), y a su vez, existe una relación directa entre la concentración de proteína y de potasio en las materias primas de la dieta (Meschy, 1998).
El tipo de bebedero utilizado puede influir en el volumen de purín por animal y día
Por su parte, las fracciones de N orgánico y P del purín, fueron las menos afectadas por el tipo de bebedero y/o el contenido de MS del mismo. Esta respuesta se explicaría porque ambos parámetros se encuentran mayoritariamente en la fracción sólida del purín (Duthion et al., 1979), que en este caso representó un porcentaje muy bajo de la muestra (entre un 4 y un 8%).
Existe una gran diversidad de instalaciones para ofrecer el pienso y el agua a los cerdos:
En los últimos años, se ha incluido, además, un punto suplementario de bebida por corral, tanto para facilitar el acceso permanente al agua por el uso mayoritario de tolvas uniplaza, como para reducir en algunos casos el desperdicio de pienso mojado no consumido.
En situaciones de un único punto de bebida por corral de engorde (12-14 plazas), la forma de presentación del pienso no afectó al contenido de materia seca del purín.
Mientras que la concentración de materia orgánica del purín fue ligeramente superior en las explotaciones con el bebedero integrado en el comedero -presentación seco-húmedoque en aquellas que suministran el agua y el alimento por separado -presentación seca- (Álvarez-Rodríguez et al., 2011).
La alimentación seca-húmeda se ha mostrado efectiva para reducir el desperdicio de agua y por tanto el volumen de purín (Brumm et al., 2000). Por el contrario, la mayor concentración de materia orgánica del purín podría evidenciar un mayor desperdicio de pienso en dicho sistema.
Por su parte, la concentración de N orgánico del purín no se vio afectada por la forma de presentación del alimento, no así el N amoniacal del mismo, que presentó valores ligeramente superiores cuando el bebedero se encontraba integrado en el comedero (seco-húmedo) que cuando estuvieron separados (seco).
La concentración de P del purín no difirió entre formas de presentación del alimento, mientras que la concentración de K siguió una evolución paralela al N amoniacal.
Estos resultados concuerdan con Irañeta et al. (2002), que observaron que el contenido de nutrientes del purín (N-P-K) era superior cuando el sistema de bebida se localizaba dentro del comedero en comparación con los sistemas con bebedero de chupete y/o cazoleta fuera de la tolva.
En el sistema seco-húmedo, la utilización de un punto suplementario de bebida supone un incremento del consumo de agua en comparación con el mismo sistema sin el bebedero externo (+2 litros/día) (Gráfico 2, datos preliminares), donde el agua consumida procedente del chupete de la tolva representa entre un 20% a los 25-50 kg de peso y un 45% a los 75-100 kg de peso.
Así mismo, el bebedero suplementario en sistemas seco-húmedo supone un incremento del volumen de purín (+1 litro/ día), por lo que será necesario reforzar las medidas del control de consumo de agua en estas explotaciones
Gráfico 2. Influencia de la forma de presentación del pienso sobre el consumo de agua en cerdos de engorde
Los bebederos de cazoleta reducen significativamente el consumo de agua y la producción de purín.
La instalación de un bebedero adicional en el interior de la tolva incrementa el consumo de agua y el volumen de purín, y por tanto, se reduce su valor fertilizante.
El consumo de agua del bebedero integrado en la tolva de pienso representa un tercio del consumo total de agua (interior + cazoleta externa).
La utilización de bebedero en la tolva requiere una regulación exhaustiva del caudal de agua para no aumentar el desperdicio de agua y pienso.
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