Podemos definir la inseminación postcervical o intrauterina como la técnica mediante la cual la deposición de semen dentro de la hembra es a nivel del cuerpo del útero.
Por Equipo Técnico de KUBUS
Podemos definir la inseminación postcervical o intrauterina como la técnica mediante la cual la deposición de semen dentro de la hembra es a nivel del cuerpo del útero.
Como la detección de celo debe ser hecha con el macho y para la realización correcta de esta técnica la hembra no tiene que tener ningún tipo de estímulo, debemos dejar pasar entre 45 minutos y una hora tras el contacto con el macho para que la hembra pierda su efecto sobre ella.
Muy importante:
¿Qué hembras hacer con inseminación intrauterina y cuáles con tradicional?
Los mejores resultados se obtienen cuando el protocolo de aplicación de esta técnica no es muy agresivo:
Al principio no queremos que la cerda esté estimulada:
En una hembra estimulada es más difícil la introducción de la cánula ya que el cérvix se cierra.
El tiempo necesario para la introducción de la cánula es mayor.
Lo que queremos es que la hembra esté totalmente relajada, por lo tanto, la inseminación se debe de hacer SIN presencia del macho, SIN que el operario haga ninguna estimulación sobre la hembra y SIN usar mochilas, arcos de inseminación, etc.
1. Limpiar bien los labios de la vulva con una toallita desechable impregnada en desinfectante no espermicida.
Esta técnica es muy sensible a la falta de higiene.La utilización de toallitas desechables con
desinfectante ginecológico es la mejor opción de limpieza de la cara interna de los labios de la vulva.
2. Sacar el catéter de su funda con la máxima precaución. No tocar con la mano los primeros 25 30 cm de la cánula.
3. Lubrificar la punta del catéter con gel lubrificante no espermicida.
4. Introducir el catéter de forma habitual, sea de espiral o de espuma, sin que la cánula interior se exteriorice.
5. Fijar el catéter en el cérvix de la cerda.
6. Introducir la cánula interior hasta que notemos la primera resistencia de los pliegues cervicales.
7. Esperar unos segundos para que la cerda se relaje antes de iniciar la introducción de la cánula.
8. Iniciar la introducción de la cánula cogiéndola suavemente con los dedos pulgar e índice y haciendo una leve presión hacia el interior para superar las pequeñas resistencias de los anillos cervicales.
Continuar con este proceso hasta alcanzar el cuerpo del útero (vemos que la resistencia de los anillos cervicales ha desaparecido y hay una sensación táctil de estar chocando con algo esponjoso que son las paredes del cuerpo del útero).
No forzar nunca la entrada de la cánula y trabajar siempre con la máxima paciencia y tranquilidad tanto en los operarios como en las cerdas
9. Introducir la dosis seminal a temperatura ambiente de forma constante y de una sola vez: volumen de la dosis de 45–60 cc. y una concentración de 1.500 – 2.000 millones de espermatozoides.
10. Si la operación se ha realizado correctamente, comprobar que no hay reflujo.
11. Retirar la cánula interior dejando el catéter dentro de la cerda durante varios minutos (entre 5 y 10 minutos sería suficiente). Revisar la cánula para comprobar que no sale doblada o manchada con sangre, suciedad, restos muco-purulentos…
12. Al cabo de esos minutos, quitar el catéter de forma habitual.
Al ser una técnica más sofisticada, antes de empezar a usar esta técnica de forma masiva, realizar un entrenamiento teórico-práctico con el personal que vaya a utilizarla.
Utilizar siempre dosis pequeñas ya preparadas en el laboratorio del centro de inseminación con el volumen y concentración establecido. ¡NO repartir dosis grandes entre varias cerdas! No hay forma de saber el volumen y, mucho menos, la concentración que se le está poniendo a cada cerda.
Los sistemas multidosis de mochila actuales, aunque son muy rápidos, no suelen tener resultados constantes ya que no todas las dosis salen con el mismo volumen y concentración lo que hace que haya resultados irregulares.
Aunque sabemos que la cerda se puede quedar preñada con menores concentraciones de espermatozoides, como en las granjas hay muchas circunstancias que todos los días nos alteran la normalidad, lo más prudente es utilizar concentraciones entre 1.500 y 2.000 millones de espermatozoides.
En muchas empresas y países ya se está trabajando más cerca de los 2.000 que de los 1.500 millones de espermatozoides.
En cuanto al volumen, la cerda no sólo necesita una concentración mínima de espermatozoides sino que también necesita un volumen mínimo.
Actualmente se ha visto que los mejores resultados a nivel de granja comercial se obtienen con volúmenes entre 45 y 60 cc.
Otras cuestiones de esta técnica que hay que tener en cuenta por su importancia sobre los
resultados
Realmente, el limitante de la técnica es la calidad seminal (cuanta menor cantidad de espermatozoides ponemos en la dosis, más seguros debemos estar de su calidad).
Por ello sólo debemos elaborar dosis seminales para inseminación intrauterina con los mejores machos. No sólo en cuanto a nivel genético, sino también en relación a la calidad seminal: machos con bajo número de formas anormales, sin aglutinación, buena motilidad y viabilidad de los espermatozoides y alto porcentaje (> 80 %) de acrosomas normales.
A nivel de resultados no hay diferencias entre utilizar un tipo de catéter u otro (espuma vs espiral) ni un tipo de cánula u otro (salida única frontal vs salida doble lateral).
Actualmente se están utilizando todos estos tipos aunque parece ser que cada vez hay mayor demanda de catéteres de espuma y de cánulas con salida única frontal, que parecen ser menos traumáticos.
Equipo Técnico de KUBUS
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