“Las pérdidas por problemas de mastitis clínica o subclínica pueden ser entre el 10 o 20 % del total de la producción”, Enrique Ortega, Productor de leche.
En la nueva era de las hiperprolíficas un pezón viable más y una glándula mamaria sana, puede marcar la diferencia.

En el mundo de la producción bovina de leche, los ganaderos tienen claro que el factor clave es la salud de la ubre de la vaca. Pezones limpios, secos y sanos es el objetivo principal de su día a día.
“Las pérdidas por problemas de mastitis clínica o subclínica pueden ser entre el 10 o 20 % del total de la producción”, Enrique Ortega, Productor de leche.
La mastitis bovina es la enfermedad más costosa en la industria lechera y tiene varias consecuencias negativas, como disminución en la producción de leche, descarte de leche por residuos de antibióticos, reducción en la calidad del producto e incremento en los costos de producción por tratamientos, pérdida prematura de los animales y disminución de los ingresos por pérdida de bonificaciones económicas.
¿Y qué hay de las ubres de las cerdas? Siempre pensamos en las vacas como el animal lechero por excelencia, pero las actuales genéticas porcinas, con cerdas hiperprolíficas capaces de parir 24 lechones y destetar 15 , nos hace plantear si deberíamos subir a las cerdas al pódium de las más lecheras y mimar un poco más su principal arma, la glándula mamaria.

Una cerda de 250 kg puede llegar a producir en su pico de producción 15 l de leche al día, mientras que una vaca de 500 kg produce entre 30 y 40 l al día.
La función principal de la glándula mamaria es la producción de leche que a su vez alimenta al lechón. No obstante en las primeras horas de vida la alimentación no será la única función. En estas primeras horas será básico el aporte de defensas que la madre pueda dar al lechón vía calostro. Si el lechón no se encalostra bien tendrá un futuro comprometido.
En la cerda las mamas están localizadas en su parte ventral siguiendo dos líneas paralelas. Las cerdas tienen entre 6 y 8 pares de mamas (1-2 torácicas, 4-5 abdominales y 1 inguinal). La glándula mamaria está muy vascularizada. Para producir 100 gramos de leche se necesitan aproximadamente 45 – 50 kg de sangre. Las mamas más craneales son las más buscadas entre los lechones ya que suelen ser más vascularizadas con lo que generan más leche y además son algo más largas y delgadas,y cuelgan menos, con lo que son más accesibles.
La glándula mamaria está formada por dos estructuras, el parénquima glándular (que es la parte secretora) y el estroma (tejido adiposo, vasos sanguíneos y vasos de la linfa, tejido conjuntivo, etc.). La leche se genera en los lactocitos, que a su vez recubren la pared de los alvéolos. Los alvéolos son la unidad secretora de la glándula, que encapsulados forman los lobulillos que a su vez agrupados forman los lóbulos (todas estas agrupaciones se acaban uniendo en diferentes conductos que drenan en el seno lactífero que a su vez se divide en dos partes (la cisterna de la ubre y la cisterna del pezón). Finalmente tenemos el pezón que es la parte por donde la leche sale al exterior y lo hace por dos conductos por pezón.

La producción de leche por lo tanto dependerá de los siguientes factores:
-Número de células secretoras
-Volumen de los alveolos
-Frecuencia del vaciado de los alveolos (a mayor extracción, mayor producción de leche)

Obtener buenos resultados productivos en una granja de madres no solo depende de las cerdas. Ellas tienen el potencial genético, y nosotros la responsabilidad de efectuar un manejo eficaz para que puedan expresarlo. Una vez hemos logrado índices de fertilidad y prolificidad altísimos, estará en nuestras manos destetar más o menos lechones.
Para tener el máximo de lechones destetados debemos asegurar que todos y cada uno de los lechones, independientemente de su peso o posición al nacer, sea capaz de alimentarse. Para ello:
“La mastitis aguda forma parte de la trilogía de enfermedades que constituyen el Síndrome MMA (Metritis-Mastitis-Agalaxia) más conocido en la actualidad por Disgalactia Post-Parto (SDPP), de gran repercusión económica en la explotación porcina, al ser la causa de elevadas pérdidas tanto por mortalidad neonatal como por una disminución significativa en el crecimiento de los lechones lactantes.” M.L.Rodriguez, Facultad Veterinaria de Madrid
Como ya hemos dicho al inicio del artículo, la mastitis es la enfermedad más común y costosa en el ganado lechero y su detección temprana es vital para evitar las pérdidas económicas. Uno de los métodos que se utilizan para su detección es la Termografia por infrarrojos. La termografía por infrarrojos (IRT) es un método simple, eficaz, in situ y no invasivo que detecta el calor superficial, que se emite como radiación infrarroja y genera imágenes pictóricas sin causar exposición a la radiación. En medicina humana y bovina, el IRT se utiliza como una herramienta de diagnóstico para la evaluación del estado normal y fisiológico de la glándula mamaria.

En el European Symposium of Porcine Health Management celebrado la semana pasada en Praga, la Doctora Von Altrock presentó un interesantísimo estudio sobre el uso de IRT y ultrasonidos como herramientas para valorar la salud de la glándula mamaria de la cerda.
“Infrared Thermography and Ultrasound as Possible Tools for Investigating Udder Health in Sows” Spiegel, S.; Spiegel, F.; Wendt, M.; Luepke, M.; von Altrock, A.
Os emplazo a todos a echarle un vistazo, ya que en un futuro cercano, puede ser una herramienta de gran utilidad también en nuestro sector.

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