¿Cuál es la anchura de slat ideal para cerdas alojadas en grupo?
Un grupo de investigación canadiense ha evaluado cómo el grosor del slat afecta al confort y comportamiento de las cerdas, así como a la gestión de purines.
La mayoría de los suelos de slat para cerdas alojadas en grupo están diseñados para facilitar el manejo de los purines. Sin embargo, estos suelos pueden relacionarse con la incomodidad de las cerdas al acostarse y caminar, lesiones en las patas y cojeras.
Por ello, en un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro de Investigación y Desarrollo de Sherbrooke en colaboración con el Departamento de Ingeniería de Biosistemas y el Departamento de Ciencia animal de la Universidad de Manitoba (Canadá), se ha evaluado el impacto del grosor de los slats y los huecos entre ellos sobre la comodidad y el comportamiento de las cerdas, así como en la gestión del purín.
Para el estudio, se establecieron dos grupos de 25 cerdas:
Grupo 1:slat de 105 mm y espacios de 19 mm
Grupo 2:slat de 125 mm y espacios de 25 mm
A lo largo de todo el estudio, también se registró la fricción de los slats, la temperatura ambiental, la humedad y la concentración de amoníaco, así como la limpieza del suelo y de las cerdas semanalmente.
Para cada cerda se midieron los siguientes parámetros al inicio y al final de la gestación:
Marcha y distribución del peso en las extremidades
Comportamiento postural
Lesiones en las pezuñas
Nivel de actividad
Peso corporal y espesor de grasa dorsal
Rendimiento reproductivo
Tras analizar los resultados del estudio, los investigadores concluyeron que los valores de calidad de aire se mantuvieron dentro de los límites aceptables, sin diferencias significativas, y la limpieza del suelo y de los animales fue en ambos grupos.
El coeficiente de fricción de los suelos disminuyó notablemente durante la primera semana de ocupación y luego se estabilizó durante toda la gestación sin diferencias entre los tratamientos.
La incidencia global de cojeras fue similar para el Grupo 1 (16,7%) y el Grupo 2 (14,4%), pero más cerdas del Grupo 2 necesitaron tratamiento con analgésicos.
Asimismo, la gravedad del sobrecrecimiento y la erosión del talón fue mayor en las pezuñas delanteras y traseras, observándose más grietas en pezuñas traseras de las cerdas del Grupo 2.
Las cerdas del Grupo 2 pasaron más tiempo cambiando el peso de un lado a otro al final de la gestación y mostraron una mayor variabilidad en el peso aplicado sobre las extremidades traseras.
Si bien los resultados no mostraron diferencias notables en el rendimiento de los animales, las cerdas alojadas en instalaciones con un slat y hueco más anchos (Grupo 2) tuvieron mayor prevalencia de lesiones en las pezuñas e indicadores de mayor incomodidad al estar de pie.
Por lo tanto, los slats y huecos más estrechos evaluados podrían ser beneficiosos para la salud de las pezuñas y la comodidad de las cerdas sin comprometer la gestión del estiércol y la calidad del aire.