Streptococcus suis (S. suis) provoca en el cerdo enfermedades sistémicas tales como meningitis, poliartritis, poliserositis e incluso muerte sobreaguda por septicemia, afectando sobre todo a animales en transición, pero también a lactantes y en menor medida a cebos. Además, su carácter zoonótico la hace una bacteria de gran relevancia.
Características epidemiológicas de S. suis
En base a los antígenos del polisacárido capsular se han descrito hasta 35 serotipos diferentes (numerados del 1 al 34, además del serotipo ½).
Sin embargo, en la actualidad S. suis conserva 29 serotipos debido a que los avances en el estudio del genoma de esta bacteria han permitido reclasificar algunos serotipos como especies distintas (Hill et al., 2005; Ishida, 2014).
En la mayoría de países europeos, el serotipo 2 ha sido durante años el más asociado a brotes clínicos. Sin embargo, el serotipo 9 fue el más frecuentemente encontrado en animales enfermos de España y otros países del entorno por Vela et al. en 2003.
La poca accesibilidad a las técnicas de serotipado existentes para esta bacteria ha dificultado el conocimiento de la distribución de serotipos en nuestro país, pero en la actualidad disponemos de técnicas de PCR que nos permiten hacer una fotografía de la situación mucho más precisa.
Aunque en la mayoría de ocasiones, los animales afectados tienen entre 5 y 10 semanas de edad, la infección de esta bacteria en los lechones se produce durante el contacto estrecho de la madre con la progenie.
S. suis es considerado un colonizador temprano de las tonsilas y mucosas del sistema respiratorio que algunas semanas después, bajo ciertas condiciones, llega a diferentes localizaciones provocando una afección sistémica que puede presentar diferentes manifestaciones[registrados].
El curso hiperagudo produce bajas sin signos detectables, generalmente acompañadas de afecciones de curso agudo en otros animales.
Los lechones afectados de forma aguda manifiestan principalmente signos reconocibles de meningitis (incoordinación, incapacidad para sostenerse en pie, opistótonos, convulsiones o nistagmo), y/o cojeras por artritis. En algunos casos, a la necropsia se observan lesiones de poliserositis en cavidad torácica y abdominal.
A raíz de las limitaciones en el uso de antimicrobianos se ha observado un incremento de casuística de meningitis y poliartritis en lechones, aunque pocas veces se recurre al diagnóstico laboratorial.
En los últimos dos años, del total de casos recibidos en nuestro laboratorio para diagnóstico de procesos clínicos infecciosos en periodo de transición, el 20% fue por sintomatología nerviosa y/o articular, mientras que en el periodo de lactación ese porcentaje fue del 7,5%.
¿Por qué es importante hacer un diagnóstico diferencial completo de procesos de meningitis y artritis?
¿Qué otros patógenos deben incluirse?
Con el fin de adoptar las medidas de control más acertadas es fundamental realizar un estudio diagnóstico diferencial que incluya otros agentes etiológicos causantes de sintomatologías similares.
Es un hecho constatado que los procesos por S. suis se exacerban en granjas donde otras patologías víricas como el PRRS, la influenza o la circovirosis porcina están desestabilizadas. De ahí que es muy importante conocer la dinámica de estas infecciones en cada una de las granjas.
¿Cómo hacer el muestreo de forma correcta?
El tipo de muestra para analizar puede ser heterogéneo y dependerá de los signos mostrados por los animales y los respectivos hallazgos en necropsia.
En cualquier caso, es necesario enviar siempre muestras de lechones afectados clínicamente, representativos del proceso y no tratados con antibióticos. Es importante que se trate de lechones que hayan muerto muy recientemente o hayan sido eutanasiados.
No se recomienda el envío de pulmones en casos de meningitis y/o artritis para el diagnóstico de S. suis, aunque puede ser muy útil para valorar otras patologías respiratorias subyacentes.
Debido a la diversidad de serotipos y de otras patologías concomitantes, se recomienda enviar muestras de al menos 3 animales de cada lote afectado y a su vez, de 3 lotes distintos.
Es interesante observar tanto las maternidades como las transiciones para enviar muestras de lechones afectados en ambos grupos de edad si los hay y, en ese caso, enviar muestras de al menos 2 lotes de cada grupo. No obstante, el muestreo deberá ser ajustado al tamaño de la granja y a su sistema de producción.
Diagnóstico laboratorial de S. suis
A partir de muestras clínicas, el diagnóstico se puede realizar mediante dos técnicas distintas:
Cultivo microbiológico para el aislamiento de la cepa.
Aislamiento de la cepa
El aislamiento de la bacteria permite realizar test de sensibilidad a antibióticos y las cepas aisladas pueden ser posteriormente caracterizadas en base a su serotipo y presencia de factores de virulencia o ser tipadas mediante cualquier otra metodología, muy útil en estudios epidemiológicos. La desventaja del cultivo es su menor sensibilidad con respecto a la qPCR y menor rapidez de resultados.
PCR a tiempo real (qPCR) con la que detectamos directamente la presencia de la bacteria mediante la identificación de su genoma.
qPCR
La qPCR permite detectar y cuantificar diferentes genes del cromosoma bacteriano.
Su principal ventaja es que es capaz de cuantificar de forma absoluta o relativa la cantidad de bacterias en la muestra clínica y dependiendo de los ensayos utilizados identificará de manera precisa no solo la presencia de S. suis sino también de los diversos serotipos presentes de forma directa, sin necesidad de hacer aislamiento previo en cultivo.
En nuestro caso, utilizamos ensayos para los serotipos 1-14, 2-½, 3, 4, 5, 7, 8 y 9 que son los más prevalentes.
Hasta hace muy poco no ha sido posible diferenciar por PCR el serotipo 1 del 14 ni el 2 del ½ por su gran homología genética pero ya se han descrito técnicas moleculares que permiten su diferenciación y que van a ser incorporadas próximamente a la rutina del diagnóstico.
Debido a la gran sensibilidad de estos ensayos es posible el análisis de pools de varias muestras, lo que abarata el coste y permite el estudio de un mayor número de muestras.
La determinación de los serotipos presentes en cada explotación es indispensable si se quiere plantear una autovacuna que contribuya al control de esta enfermedad, puesto que a día de hoy no hay ninguna vacuna registrada que podamos utilizar.
Frecuencia de detección de S. suis y sus serotipos en España
En los últimos dos años (hasta abril de 2020) hemos estudiado la presencia de S. suis en 783 muestras clínicas de meningitis (52%) o de artritis (48%).
Cada muestra de meningitis puede corresponder a un encéfalo o a un pool de hasta máximo 5 encéfalos y lo mismo ocurre con las muestras de articulaciones, siempre pertenecientes a un mismo grupo de animales y recibidas en el mismo día.
En la Tabla 1 se presentan los resultados obtenidos, observando una mayor frecuencia de detección de S. suis en las muestras de meningitis, ya que en los procesos articulares la variabilidad de agentes etiológicos es mayor.
En 172 de esas muestras positivas a S. suis (131 de meningitis y 41 de artritis), se estudió por qPCR la presencia de los serotipos 1-14, 2-½, 3, 4, 5, 7, 8 y 9 directamente sobre las muestras. En la Tabla 2 se muestran los resultados.
Cabe destacar que se detectó más de un serotipo en una misma muestra en el 16 y 12% de las muestras de meningitis y artritis, respectivamente.
Recordemos que lo que consideramos muestra en este estudio puede ser en realidad un pool de varias pertenecientes a distintos lechones.
Merece la pena destacar también que solo en el 8,4 y 2,4% de las muestras de meningitis y artritis positivas a S. suis no se consiguió identificar ningún serotipo utilizando esta batería de ensayos.
En total se han analizado muestras de 78 explotaciones distintas. En aquellas explotaciones en las que se han analizado animales de al menos dos lotes diferentes, lo que hemos observado es que en el 65% de ellas se han detectado dos o más serotipos distintos.
La actual tendencia de disminución de uso de antimicrobianos hace que las meningitis y artritis causadas por S. suis tengan cada vez mayor impacto en la producción porcina, sobre todo en la etapa de transición.
El control de estas enfermedades requiere de un sistema de diagnóstico ágil y preciso que pueda definir la situación epidemiológica de una explotación a través de la detección y caracterización de las diferentes cepas implicadas en las patologías. De este modo se procederá al establecimiento de las medidas terapéuticas y profilácticas más adecuadas.