Protocolos de inseminación artificial según ciclicidad de la cerda

Aunque la probabilidad de fertilización es mayor si la IA ocurre dentro de las 24 horas antes o unas pocas horas después de la ovulación, el uso de múltiples IA (dos o tres) por estro es común, debido a la larga duración del estro y la dificultad para determinar el momento de la ovulación (Kemp y Soede, 1996).

Sin embargo, el desarrollo de técnicas de IA post cervical (Watson y Behan 2002), intrauterina (Vázquez et al., 2005) o en tiempo fijo (Cassar et al., 2005), marca una tendencia a la reducción del número de espermatozoides por IA y el número de IA realizadas por estro.

Inseminación artificial a tiempo fijo (IATF)

La técnica IATF implica la sincronización del estro y la ovulación, eliminando la necesidad de ajustar el momento de la inseminación artificial a la detección del estro y permitiendo la realización de una sola IA.

Dado que las primíparas, en general, presentan un patrón de ciclicidad más heterogéneo, los protocolos de IATF se adaptarían mejor a las cerdas destetadas (Driancourt et al., 2013; Fontana et al., 2014; Knox et al., 2014), que demuestran cierto nivel natural de respuesta sincronizado con el manejo del destete.

En las primíparas, se requiere la sincronización del estro antes del protocolo IATF. Para ello, se utilizan análogos de la progesterona, asociada o no con la gonadotrofina coriónica equina (eCG), para mejorar el desarrollo folicular y la aparición del estro, seguido de un inductor de la ovulación: análogos de GnRH; LH; o hCG (Brüssow et al., 2007; Degenstein et al., 2008). Entre los inductores de la ovulación, la hormona luteinizante porcina (pLH) se considera más eficaz que la hCG (Degenstein et al., 2008).

En cerdas destetadas, el uso de un único IATF 24 horas después de la aplicación de pLH por vía intramuscular demostró ser eficiente, lo que resultó en tasas de partos y tamaño de camada similares a los observados después IA múltiples (Fontana et al., 2014).

Sin embargo, se obtuvieron resultados similares con un IATF de 24 horas después de la expresión del estro, sin el uso de pLH (Ulguim et al., 2016), lo que sugiere que un inductor de ovulación no sería necesario, lo que permitiría adecuar los protocolos a la rutina de las granjas comerciales, con la realización de IATF en un período más corto después de la detección del estro.

Vías de administración hormonal

Los protocolos de IATF que utilizan solo análogos de GnRH han sido probados, debido a su acción sobre el eje hipotálamo-hipófisis-ovario. Entre estos análogos, la buserelina se puede aplicar a vía intramuscular, alrededor de 86 horas después del destete, con IATF 30-33 horas después (Driancourt et al., 2013).

Éste protocolo resultó en un rendimiento similar al observado para las cerdas inseminadas dos veces durante el estro, sin embargo, IATF se recomienda solo para aquellos que expresan signos de estro (Driancourt et al., 2013; Baroncello et al., 2017).

Debido a posibles restricciones sobre el bienestar animal, vías alternativas a la administración parenteral se han investigado, como la vía intravaginal, ya probadas para productos utilizados para antagonizar el efecto de GnRH (Gasperin et al., 2011; Freling et al., 2013; Haas et al., 2017).

Se probó la vía intravaginal para otro análogo de GnRH (triptorelina), administrado como un gel alrededor de 96 horas después del destete, con IATF después de aproximadamente 24 horas en todas las hembras destetadas, independientemente de expresión de estro (Knox et al., 2014; Ulguim et al., 2018). Sin embargo, este protocolo también se considera más eficiente para hembras que expresan celo.

Perspectivas de la IATF

Este escenario se refleja en una mayor eficiencia en el uso de recursos humanos en granjas comerciales (Bortolozzo et al., 2015) y en una mayor eficiencia económica en centros de recolección y procesamiento de semen, debido a la disminución en el número de dosis de semen a ser procesados ​​(Knox et al., 2016).

Si la IATF se practica por vía intrauterina, además de la reducción del número de IA por estro, también debería haber una reducción en la concentración de esperma por la IA (Watson y Behan, 2002).

Aún es importante considerar la tendencia de estandarización de la IA con dosis homoespérmicas, que permitan garantizar la identidad de la paternidad de la camada, con comportamiento similar al obtenido con IA heterospérmica (Ferreira et al., 2014).

Por tanto, en un futuro no muy lejano, los programas comerciales de IA podrían basarse en:

• Una IATF única por hembra,
• Por vía intrauterina,
• Con dosis homospérmica,
• Conteniendo una concentración viable menor de espermatozoides.

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