Mejora estructural en el número de lechones nacidos vivos de una piara

Cálculos

El cálculo del número de nacidos vivos se hace de la siguiente manera:

Se suman todos los lechones nacidos durante un período y se divide entre el número de partos, durante este período, (Un parto es válido cuando el número de nacidos vivos es mayor a uno o los días de gestación son mayores o iguales a 109).

De esta manera puede el granjero determinar si la cantidad de lechones nacidos vivos es normal o no. Estas cifras pueden variar mucho por granja dependiendo de la intensidad de los controles y la manera de hacer las anotaciones.

Para poder evaluar el número de nacidos vivos-muertos se utilizan los siguientes parámetros: 10.3 nacidos vivos se considera bajo. En caso de tener 0.3 nacidos muertos esto se considera muy bueno.

Evaluación de la cantidad de lechones nacidos vivos o muertos

Pocos nacidos vivos

Cuando se ha llegado a la conclusión que están naciendo pocos lechones vivos, se debe prestar atención a un número de factores que podrían estar incidiendo:

1. La distribución de los ciclos, tiene una influencia directa sobre el número de lechones nacidos vivos. La cantidad de ciclos que tenga una cerda es de gran influencia.

2. Una adecuada política de eliminación permitirá contar con una granja equilibrada con la siguiente distribución:

20% DE NULÍPARAS Y CERDAS DE PRIMER PARTO, 70% AL 75% DE ENTRE SEGUNDO AL SÉPTIMO CICLO, 5% AL 10% DE MÁS DE SIETE CICLOS.

3. Entre el tercer y el quinto ciclo las cerdas producen las camadas más numerosas.

4. Cerdas con más ciclos tienden a parir más lechones muertos.

5. Cuando en una granja hay más de un 20% de primíparas, hay gran riesgo que el número de nacidos vivos disminuya. Se debe tener siempre en cuenta que el tamaño medio de la camada, será constantemente influenciado por la raza o cruce de las cerdas.

Manejo de Cubrición

Este es un momento muy importante al cual debe presentarse todo el esmero necesario, ya que camadas pequeñas unidas a un alto porcentaje de repeticiones pueden demostrar que no se está inseminando en el momento más óptimo (muy temprano o tarde).

En este caso sería necesario empezar por recelar las cerdas dos veces al día con un verraco para detectar el celo, una regla de oro en estas ocasiones es que la cerda que demuestre reflejos de monta deberá ser inseminada unas 12 horas después, y si la cerda al día siguiente todavía demuestra reflejos deberá ser inseminada nuevamente.

Durante el momento de la inseminación se debe procurar, utilizar la técnica correcta y prestar gran atención a la higiene (el mantener el semen a una temperatura adecuada y que haya tranquilidad en el área de inseminación), pudiendo decir que se debe inseminar con cariño y paciencia.

El mayor cuidado que se debe tener con la cerda después de la cubrición es evitar todos los factores externos de estrés que sólo ocasionan muerte embrionaria. El proceso de implantación de los embriones demora aproximadamente 3 semanas por lo que es necesario evitar factores de estrés durante este periodo que puedan afectar a las cerdas.

Un ejemplo es el traslado de las cerdas, que como es conocido, es un factor de estrés, por tal motivo si se necesitan trasladar animales; esto deberá hacerse durante las primeras 24 horas de la cubrición o esperar a que se cumplan 3 semanas de la última fecha de cubrición. Lo ideal es dejar a las cerdas tranquilas hasta el momento que se confirme la gestación.

Altas o bajas temperaturas en las naves de gestación causan muertes embrionarias, siendo este mismo factor el que puede afectar la calidad del semen de los verracos de la granja, por lo que las consecuencias se verán cinco o seis meses después en el número de nacidos vivos.

Cuando se utiliza verracos de la granja, se deben observar los siguientes factores más de cerca:

a). Número de vueltas por verraco.

b). Número de nacidos vivos por parto para cada verraco.

c). Cantidad de cubriciones por verraco por semana (éstas no deberán ser más de cuatro, durante una enfermedad o después de vacunaciones).

d). Calidad de semen.

Cuidados antes y durante el parto

Antes de entrar las cerdas en la maternidad, deberán ser desparasitadas y lavadas (más tranquilidad), para luego pasar a una sala de maternidad que estará limpia y desinfectada, este proceso ocurrirá alrededor de cinco días antes del parto.

Para favorecer el paso de los lechones por el útero las cerdas deberán haber comido una cantidad pequeña de pienso el día del parto (menos nacidos muertos).

Durante el parto puede haber problemas causados por falta de contracción del útero u obstrucciones del canal obstétrico por el exceso de pienso en los intestinos o por lechones muy grandes.

Cuando se observa que durante el parto y después de nacer un lechón pasa un periodo mayor a una hora sin nacimientos se deberá suministrar ayuda a la cerda (tomando las precauciones sanitarias necesarias) para tratar de retirar los lechones que obstruyen el canal y así evitar un aumento de la mortalidad.

Alimentación y enfermedades

Es muy importante la adecuada alimentación de la cerda después del destete, durante la gestación y la lactación, ya que unos niveles muy altos de pienso en nulíparas al inicio  de la gestación también provocan muerte embrionaria.

El que la cerda esté gorda al momento del parto sólo provocará un número mayor de nacidos muertos, la predisposición a sufrir de Metritis, Mastitis y Agalactia – M.M.A., y un menor consumo de pienso durante la lactación.

Un bajo consumo de pienso durante la lactación trae como consecuencia en la cerda un estado catabólico lo que provoca una baja condición después del destete con el consiguiente retraso en el celo y más días perdidos (días abiertos o no productivos), de igual manera una baja condición física redunda en el nacimiento de lechones de bajo peso y poco viables.

Las enfermedades infecciosas (PRRS, Aujeszky, Mal Rojo, Influenza, entre otras) pueden también influenciar en el número de lechones nacidos vivos o muertos.

Debemos procurar tener unas cerdas con un buen nivel de inmunidad al propiciar un correcto programa de adaptación (contacto de las nulíparas con las cerdas de la granja) y a la vez un estricto esquema de vacunaciones.