HOME » Investigación » Bacteriófagos – ¿una alternativa a los antibióticos?
26 Jun 2017
Bacteriófagos – ¿una alternativa a los antibióticos?
La posibilidad de eliminar bacterias patógenas sin afectar a las beneficiosas es un reto para la medicina actual. Los bacteriófagos pueden ser la respuesta.
En un mundo en el que los antibióticos son cada vez menos eficaces frente a las bacterias, urge la aplicación de medidas que frenen el avance de las resistencias antimicrobianas.
A estas alturas, a nadie se le escapa la importancia de hacer un uso responsable de los antibióticos, es decir, usarlos solo cuando son necesarios. Esta premisa debe aplicarse tanto en la medicina humana como en la veterinaria. Esto significa que la aplicación de antibióticos como tratamiento preventivo debe dejar de ser una opción.
Pero, ¿qué pasa cuando el antibiótico es realmente necesario, y aun así no es efectiva?
Una de las alternativas es potenciar los propios mecanismos de defensa del organismo, el sistema inmunitario y la microbiota intestinal, sobre todo a través de la alimentación.
Así podemos ver que ha habido un cambio en el paradigma, en vez de hacer un «ataque a gran escala» con un bombardeo de antibióticos, se trata de proveer al organismo de las herramientas necesarias para que se defienda exclusivamente frente a los agentes patógenos, dejando intactas a las bacterias saprófitas, que no solo son «inofensivas» sino que a menudo llevan a cabo funciones importantes en nuestro organismo.
Un ejemplo de esta nueva tendencia, es la investigación llevada a cabo por la profesora Martha Clokie y su equipo de la Universidad de Leicester, que ha logrado aislar 20 bacteriófagos – virus que infectan a bacterias – que atacan a 72 cepas de bacterias entéricas porcinas que podrían desarrollar resistencia a los antimicrobianos.
Sus resultados sugieren que los bacteriófagos podrían complementar o incluso remplazar a los antibióticos para el tratamiento de enfermedades bacterianas en animales de abasto, de modo que se puedan preservar los antibióticos «de último recurso» para la medicina humana, cuyo uso ya se encuentra restringida voluntariamente en la ganadería.
Este descubrimiento también podría tener aplicaciones en la medicina humana, sirviendo de apoyo en la lucha frente a bacterias resistentes a los antibióticos, ya que según un informe del pasado año, alrededor de 2050, podría haber hasta 10 millones muertes anuales asociadas a las resistencias antibióticos.
A este respecto, John FitzGerald, secretario general de RUMA, ha comentado que «El problema de la resistencia a los antibióticos afecta tanto a las personas, como a los animales, por lo que hay numerosas iniciativas destinadas a entender y reducir la propagación de los genes que proporcionan resistencia a las bacterias».
«La tecnología basada en fagos es bastante antigua, pero su desarrollo se había estancado porque los antibióticos, hasta hace poco, eran muy efectivos frente a un amplio espectro de bacterias. Sin embargo, la aparición de nuevas resistencias ha abierto las puertas a la terapia con fagos; este descubrimiento podría ser clave, no solo en la industria ganadera, sino también para mejorar los tratamientos antibióticos, gracias desarrollo de aplicaciones médicas de los fagos.»
La doctora Charlotte Evans, gerente técnico senior de AHDB Pork, ha explicado que los bacteriófagos son ubicuos, estando presentes en el entorno, las personas y animales, por lo que pueden considerarse como una «defensa natural».
Según la doctora Evans, «la terapia con fagos consiste en usar un gran volumen de algo que ya está presente, para atacar a las bacterias patógenas. Las investigaciones sugieren que no son perjudiciales para otros organismos porque carecen de los receptores diana clave».
«Aún queda un largo camino en términos de ensayos y permisos, pero estamos encantados con este estudio, que empezó hace dos años, y ya ha brindado unos resultados tan prometedores», ha manifestado.
El siguiente paso será determinar si los bacteriófagos se pueden aplicar por aerosol, inyección o vacunación, o incluidos en el pienso o agua.