La reducción del flujo sanguíneo a los órganos internos conlleva una peor oxigenación (hipoxia) y menos disponibilidad de energía para los enterocitos de la mucosa intestinal.
Nuevas estrategias nutricionales para minimizar la hiperpermeabilidad intestinal.
La mayoría de productores están familiarizados con las consecuencias económicas derivadas del estrés por calor, habiéndose estimado que en el sector porcino los costes asociados a este fenómeno superan los 900 millones de dólares (St. Pierre et al., 2003; Pollman, 2010). Por ello, no es sorprendente que las inversiones en sistemas de control ambiental sean cada vez más frecuentes.
Cascada de eventos del estrés por calor
El estrés por calor provoca en los animales una reducción en la ingesta de alimento seco, habiéndose sugerido que se trata de un mecanismo para reducir el calor metabólico (Baumgard and Rhoads, 2012).
No obstante, la reducción en la ingesta de alimento solo explica parcialmente por qué los animales sometidos a estrés térmico tienen un peor rendimiento (Wheelock et al, 2010), existiendo otras razones como cambios en el flujo sanguíneo y en la disponibilidad de oxígeno y energía.
Cuando los animales se someten a estrés por calor, el flujo sanguíneo se redirige desde los tejidos viscerales a la piel, con el fin de favorecer la disipación de calor.
La reducción del flujo sanguíneo a los órganos internos conlleva una peor oxigenación (hipoxia) y menos disponibilidad de energía para los enterocitos de la mucosa intestinal.
Adicionalmente, los animales incrementan su frecuencia respiratoria con el fin de enfriarse, produciéndose un aumento en la producción de radicales libres de oxígeno y de nitrógeno, que debilitan e incluso destruyen las uniones estrechas del epitelio intestinal (hebras proteicas llamadas claudinas y ocludinas).
Un estrés térmico severo conduce a cambios morfológicos en la mucosa intestinal:
El intestino puede volverse más vulnerable al transporte paracelular de lipopolisacáridos (LPS) o endotoxinas, atravesando éstas la pared intestinal (Hall et al., 2001). Esto se conoce comúnmente como “intestino permeable” (Figura 1).
La hiperpermeabilidad intestinal también puede explicarse por el incremento de la secreción de insulina durante el estrés por calor, a pesar de la disminución del consumo de alimento (Rhoads et al., 2009).
Algunos investigadores han sugerido que el aumento del nivel de insulina es una adaptación destinada a la conservación de glucosa, de forma que esté a disposición del sistema inmunitario activado para afrontar los efectos del transporte paracelular de endotoxinas.
Requerimientos de Zinc para la Integridad Intestinal
Numerosos estudios científicos demuestran que el zinc es un elemento clave para el mantenimiento de la integridad de la barrera intestinal. Si bien su mecanismo de acción no se conoce por completo, se ha demostrado que:
Efectos del Zinc en Porcino
Investigaciones recientes llevadas a cabo en la Universidad Estatal de Iowa (EE.UU.) evidencian que el estrés por calor contribuye al aumento de la permeabilidad intestinal y que suministrar una forma específica de zinc (complejo zinc – aminoácido, Availa-Zn) permite mitigar sus efectos en cerdos (Pearce et al., 2015).
DISEÑO EXPERIMENTAL
En su estudio, 32 cerdos híbridos (63 Kg) se repartieron aleatoriamente en cuatro grupos de tratamiento:
*Cuando hacemos un ensayo con calor, sabemos que los animales reducirán su consumo de alimento por la temperatura. Para discriminar los efectos puramente debidos a esta restricción térmica del efecto del calor “per se” sobre el metabolismo, hacemos un grupo de animales en condiciones termoneutras (sin calor) al que damos de comer la misma cantidad que comerán los sometidos a estrés térmico.
Los investigadores evaluaron la permeabilidad ileal en los cerdos muestreados, midiendo Coeficiente de Permeabilidad Aparente de Dextrano (APP) y la resistencia transepitelial (TER)
RESULTADOS
Tal y como se esperaba, someter a los cerdos a condiciones de estrés térmico provocó un incremento de la temperatura rectal.
PERMEABILIDAD INTESTINAL
Este hallazgo es indicativo de un evento de estrés térmico (HS-CON) o un periodo de restricción alimentaria (PFTN-CON) incrementan el riesgo de permeabilidad intestinal
ENDOTOXINAS
LBP es una proteína de fase aguda que se fija al LPS (lipopolisacárido) bacteriano induciendo una respuesta inmunitaria, al presentarlo a los receptores de superficie que destruyen las endotoxinas.
MORFOLOGÍA INTESTINAL
La observación de las alteraciones físicas en la morfología intestinal reveló interesantes cambios que se muestran en la Figura 2.
Mientras que los cerdos sometidos a condiciones termoneutras (TN-CON) –Figura 2A– mantenían unas vellosidades largas y finas, en los cerdos del grupo PFTN-CON sometidos a estrés térmico –Figura 2B– hubo un ensanchamiento y acortamiento considerable de las vellosidades.
Las alteraciones morfológicas del epitelio intestinal fueron más acentuadas en los cerdos del grupo HS-CON, pudiéndose observar en la Figura 2C las zonas con intensa destrucción de enterocitos (flechas).
En el caso del grupo HS-ZnAA –Figura 2D–, la incorporación de zinc en condiciones de estrés térmico condujo a una reducción de los daños celulares, pudiéndose observar una altura y grosor de las vellosidades similar al grupo TN-CON.
Conclusiones
El estrés por calor es un problema ampliamente extendido, que la mayoría de productores deben gestionar, siendo esencial que en épocas calurosas se establezcan las medidas necesarias para prevenir los efectos a largo plazo que tiene el estrés térmico sobre los animales.
Los resultados de este estudio demuestran que la incorporación del complejo zinc – aminoácido (Availa-Zn de Zinpro Corp.) como parte de una estrategia nutricional para enriquecer la dieta con zinc contribuye a mantener unos animales saludables, reduciéndose el riesgo de hiperpermeabilidad intestinal en condiciones de estrés térmico.
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