El secreto para lograr el confort óptimo para los cerdos
Garantizar el máximo confort de los cerdos se consigue a través de unas instalaciones limpias, seguras y con una adecuada temperatura durante todo el año gracias a la construcción de las fachadas y cubiertas de gran calidad, como las que ofrece Isopan.
Los cerdos son animales que buscan el máximo confort. Eso se consigue, entre otras cosas, con unas instalaciones limpias, seguras y con una adecuada temperatura durante todo el año.
La construcción de las fachadas y cubiertas de las granjas, aunque no es el único factor, influye determinantemente en conseguir un confort óptimo para los animales, que permitan que los edificios donde habitan sean eficientes y productivos.
En este sentido, Isopan ofrece paneles aislantes que se componen de una espuma rígida de poliuretano, revestidas con dos chapas. La interior suele ser de PVC o fibra de vidrio, y la exterior de aluminio o acero, materiales resistentes que participan de estos objetivos de confort.
Lo primero que los expertos en construcción de granjas solicitan es que sus cubiertas y paredes logren ser aislantes térmicamente. Con ello se garantiza una temperatura interior idónea para los animales durante todo el año.
La espuma rígida de poliuretano (PUR o PIR) con la que se fabrican los paneles sandwich de Isopan es el mejor aislante térmico que existe a nivel mundial, no existiendo en el mercado productos alternativos que lo superen en esta variable.
Las propiedades aislantes de los paneles de Isopan junto a una instalación realizada correctamente, garantizan esta buena eficiencia energética y ayudan a mantener la calidad del aire en el interior del edificio.
Resistencia a los agentes químicos
El amoniaco, resultante de la mezcla de heces y orina de animales, es muy agresivo y puede afectar tanto al estado de las instalaciones como al bienestar de los animales.
Por ello, los paneles deben ser resistentes a estos agentes químicos y no oxidarse.Isopan ofrece paneles aislantes que se componen de una espuma rígida de poliuretano con una capa interior en PVC o fibra de vidrio, materiales resistentes a los agentes químicos agresivos generados por los animales.
Entornos limpios y desinfectados
Mantener el edificio en condiciones higiénicas es básico para cuidar de la salud de los animales y del personal de la granja, así como para contribuir a una mayor durabilidad de las instalaciones.
Para ello, es necesario buscar materiales de larga durabilidad que puedan limpiarse y desinfectarse fácilmente. Los paneles de Isopan, al tener un sencillo mantenimiento, facilitan cumplir con estas premisas.
Resistencia y durabilidad ante condiciones meteorológicas adversas
Los materiales que configuran la cara externa de fachada o cubierta del edificio deben ser resistentes a:
Moho
Agentes agresivos externos
Condiciones meteorológicas adversas
Acciones mecánicas
Estos materiales deben mantener la estructura y las instalaciones intactas, reduciendo los problemas de condensación y filtración de agua.
Las soluciones de Isopan, al contar con elementos como el PVC, fibra de vidrio y aluminio, mejoran el rendimiento de los paneles sandwich garantizando la resistencia a agentes externos y haciendo que los edificios de la granja porcina duren más tiempo.
Seguridad contra incendios
Los materiales elegidos para la construcción de una granja deben ser fiables, pudiendo llegar a tener una reacción al fuego de hasta Bs1d0, además de cumplir con prestaciones elevadas que precisan edificios de estas características en materia de protección contra incendios.
Los paneles de Isopan, gracias a las características técnicas especiales que poseen, actúan también como elemento de protección pasiva ante un incendio.
A todas estas prestaciones que ofrecen los sistemas de Isopan se les une:
La facilidad de instalación de los paneles, con todos los accesorios, formando un sistema específico para este tipo de edificios.
El ahorro energético.
Esto permite actuar en la reforma de granjas antiguas que actualmente siguen cubiertas de fibrocemento con amianto de forma rápida, reduciendo los plazos de inactividad y con ellos los costes generados por la propia construcción de la granja y recuperando la inversión lo antes posible.
Una granja que ha empleado sistemas de construcción que permiten un mayor aislamiento térmico durante todas las estaciones del año, reducirá los gastos y costes en climatización, y por lo tanto, su consumo energético.