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Este es el tercero de una serie de artículos donde describiremos los distintos factores relacionados con las instalaciones en cebo y el manejo que afectan a la eficiencia productiva del ganado porcino
Los cerdos son homo-térmicos y mantienen su temperatura en un estrecho intervalo.
El animal hará todo lo posible para mantenerse en ese rango de temperatura dependiendo de las condiciones ambientales de que disponga.
La zona de termo-neutralidad viene acotada por la temperatura crítica superior y temperatura crítica inferior.
Variaciones de temperatura por debajo de la temperatura termo-neutralidad, dan lugar a un incremento del consumo de pienso para la producción de calor corporal y, por lo tanto, se reduce la eficiencia del pienso, ya que no todo irá destinado al crecimiento de los animales.
Las variaciones de las temperaturas por encima de la zona de termo-neutralidad dará lugar a que un animal de unos 50 kg de peso vivo reduzca su ingesta en 8 gramos por º C (entre los 16 y 24ºC) siendo esta reducción de 46 gramos cuando el rango de temperatura es de 24 a 32ºC.
Si estos cerdos son de mayor peso (75kg), la reducción en el consumo es mayor, entre 30 y 70 gramos al día entre los mismos rangos de temperatura.
Esto únicamente es debido a la poca capacidad de disipar calor que tienen estos animales.
Por lo tanto, el aislamiento de las naves es un factor importante, tanto en verano como en invierno, para conseguir que la temperatura interiores se encuentren lo más cercano posible a la temperatura de confort.
Cuando la temperatura exterior es menor que la interior, se produce una pérdida de calor de la nave.
Al contrario, en verano, se produce una entrada de calor desde el exterior al interior de la nave.
La humedad relativa está en función de la temperatura del aire, ya que altas temperaturas del aire puede contener mayor cantidad de vapor de agua, por lo que si contacta con las paredes frías de la nave se produce la condensación del vapor de agua.
Cuando ocurre esto, entendemos que hay un pobre funcionamiento de la ventilación mínima:
En los cebos, es la ventilación natural el sistema más frecuente. Para el buen uso de este recurso natural hay que tener en cuenta una serie de factores:
0,15 m/s en cerdos con menos de 40 kg
0,2 m/s en cerdos de más de 40 kg.
Velocidades de aire elevadas sobre los animales aumentan el riesgo de presentación de patologías (cuadro 2).
La ventilación debe de eliminar el aire caliente y húmedo del interior de la nave y proporcionar el suficiente aire limpio para los cerdos.
Sobre todo en invierno, necesitamos una ventilación mínima (cantidad mínima de aire que debe entrar para renovar el aire interior).
La eficacia de la ventilación natural es debida a varios efectos :
Una de las funciones de la ventilación es reducir el nivel de gases en el interior de la explotación. Los más importantes son:
En invierno debemos establecer una ventilación mínima, independiente de la temperatura, ya que se debe renovar el aire interior.
Un truco para saber si una nave ventila mal o tiene zonas muertas de ventilación, es la presencia de telarañas.
El uso de chimeneas para mejorar la ventilación de las naves, sin generar corrientes de aire, es uno de los mejores sistemas de ventilación.
En invierno, conseguimos eliminar la humedad y los gases generados por la actividad animal, sin incrementar las corrientes de aire.
Las chimeneas deben tener 60 cm de diámetro para una correcta evacuación del aire.
En naves nuevas se colocan en la cumbrera de la nave, cada 2,5 metros.
Si la nave ya está construida colocaremos las chimeneas en los faldones de la cubierta cada 2,5 metros de distancia y en zig-zag.
En este caso, debe tener una altura exterior superior a la cumbrera del tejado, y con tapadera para poder regular la salida del aire.
Estas tapaderas deben poderse regular mediante sonda.
La ventilación dinámica puede ser de dos tipos:
En ambos sistemas, lo más importante es calcular el caudal mínimo necesario para eliminar el exceso de humedad, (evitando pérdidas de calor importantes en invierno) y calcular el caudal máximo necesario en condiciones de calor.
Para tener un buen diagnóstico del sistema de ventilación en la explotación es necesario verificar los siguientes puntos (Joan Escobet, 2013), puntos críticos que definen la buena o mala ventilación en nuestras instalaciones:
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