La disponibilidad y la calidad del agua pueden influir significativamente en el rendimiento, la salud y el bienestar animal.
Afortunadamente, el sector de la producción animal ya ha tomado conciencia de la importancia crucial del agua para el bienestar de los animales.
Todos sabemos que el agua es vital para la supervivencia de todas las formas de vida y en el contexto de la salud animal, su importancia es aún más crítica, ya que participa en una multitud de funciones fisiológicas esenciales. |
A menudo subestimamos su papel en comparación con otros nutrientes como las proteínas, grasas y carbohidratos, pero la disponibilidad y la calidad del agua pueden influir significativamente en el rendimiento, la salud y el bienestar animal.
En este artículo revisamos en detalle los sólidos en agua, una de las características físicas y químicas (FQ) del agua.
Analizaremos cómo estos elementos afectan a la calidad del agua, la eficiencia de los tratamientos del agua y a la salud de los animales.
Estas propiedades se refieren a las características, como su propio nombre indica, tanto físicas como químicas, del agua debidas a su estructura molecular, a las interacciones entre ellas, siendo estas características afectadas por innumerables variables como: situaciones naturales, acciones antropogénicas y un largo etcétera de otras variables.
Los sólidos en el agua se refieren a cualquier material que esté suspendido o disuelto en el agua, y se clasifican en varias categorías según su tamaño, estado físico y composición. Existen un total de 4 tipos:
Sólidos sedimentables (SS): Son los de mayor densidad y que van al fondo del continente cuando cesan las fuerzas de arrastre o la velocidad del agua.
Sólidos en suspensión (SST): Estos sólidos se mantienen en el agua debido a su naturaleza coloidal que viene dada por pequeñas cargas eléctricas que poseen estas partículas que las hacen tener cierta afinidad por las moléculas de agua.
Sólidos disueltos (SDT): Representan el grado de mineralización del agua, iones de sales minerales de calcio, magnesio, sulfatos, sodio, etc. Éstos están muy relacionados con la conductividad del agua y que posteriormente veremos. Estos sí que suelen ser analizados de manera general.
Sólidos Totales (ST): Son la suma de los 3 anteriores, sólidos sedimentables, sólidos en suspensión y sólidos disueltos.
Los sólidos disueltos (o salinidad SDT) suelen confundirse con los sólidos totales (ST), y realmente los SDT son el residuo que queda después de evaporar una muestra de agua previamente filtrada a través de un elemento de fibra de vidrio con un tamaño de 1,5 micras. Los SDT incluyen las sales, los minerales, los metales y cualquier otro compuesto orgánico o inorgánico que se encuentra disuelto en el agua, o que haya pasado a través del filtro comentado.
Los sólidos suspendidos totales (SST) son los que quedan en el filtro de fibra de vidrio con tamaño de 1,5 micras. |
La conductividad eléctrica del agua y los sólidos disueltos están estrechamente relacionados. La presencia de sólidos disueltos en el agua influye en su capacidad para conducir electricidad, lo que a su vez se refleja en la medida de su conductividad.
Por tanto, un agua con alta conductividad es un agua con alto contenido en iones como metales, sales, minerales de calcio, magnesio, sulfatos, sodio, etc.
¿Cómo se mide la conductividad / sólidos disueltos totales?
Se puede medir por 2 vías:
Micro-siemens (μS / cm) es la escala más utilizada para medir la conductividad eléctrica. Para esta medida, el límite para considerar agua potable sería de 1.000 a 2.500 micro-siemens/cm, aunque cada país puede tener una reglamentación de límites propia.
SDT que se miden en ppm o mg / Litro.
En general, cuanto más alto es el nivel de conductividad o SDT, más se reduce el consumo de agua. Los animales jóvenes, son más intolerantes que los adultos. En casos de temperatura elevada y aumento del consumo de agua, al concentrarse por sales de evaporación, afectará más a la pérdida de producción.
Un exceso de conductividad o SDT puede provocar heces blandas, camas húmedas y en general disminución de la producción. |
Clasificación y consecuencias en los animales según los distintos niveles de SDT:
Excelente: < 1.000 mg/l
Buena: 1.000 a 2.000 mg/l.
Poco probable que los niveles de minerales en el agua sean un problema y no merece la pena analizarlos individualmente.
Regular pero satisfactoria: 2.000 a 3.000 mg/l
Puede causar temporalmente una diarrea leve en el ganado no acostumbrado, pero no debería afectar ni a la salud ni a la producción. Los niveles individuales de minerales deben ser analizados, porque cualquier mineral eleva el SDT; por ejemplo, el calcio tiene un efecto fisiológico muy distinto comparado con sulfato que también contribuyen al SDT.
Deficiente pero satisfactoria: 3.000 a 5.000 mg/l
Puede causar diarrea temporal y rechazo al principio en los animales no acostumbrados.
Poco adecuada: >5.000 mg/l
El agua con estos valores aún se podría usar mezclada, pero es muy probable que los animales rechacen el agua y se desencadenen problemas productivos (ver análisis individual de minerales para identificar origen).
Inadecuada: 7.000 a 10.000 mg/l p
Con aguas con este nivel de SDT existe un riesgo considerable en animales por alto estrés por calor o pérdida de agua. En general, se debe evitar el uso de este tipo de agua.
Alto riesgo: > 10.000 mg/l.
No usar en ninguna circunstancia.
En los casos en los que los SDT sean altos, recomendamos analizar qué elementos son los más determinantes para establecer las medidas correctoras adecuadas en cada ocasión:
Corrección de sales de calcio o magnesio (dureza)
Corrección de nitritos-nitratos
Corrección de sulfatos, cloruros, otras sales, etc.
Corrección de minerales, hierro, manganeso
Si lo que hay en una solución acuosa son altos contenidos en minerales como hierro y/o manganeso, deberemos aplicar soluciones específicas de oxidación para bajar esos niveles:
Oxidación química: Se realiza mediante agentes químicos oxidantes como el hipoclorito de calcio o de sodio, el peróxido de hidrógeno u otros oxidantes para bajar los niveles de hierro y/o manganeso disuelto/os en el agua.
Oxidación física: Esta es mediante torres de oxidación o aireación, que consisten en bandejas perforadas colocadas en forma vertical por donde se hace pasar el agua desde la parte de arriba hacia la de abajo. Esto hace que aumente el nivel de oxígeno del agua y este sea capaz de oxidar el hierro y el manganeso presente en el agua, provocando su precipitación. Es conveniente colocar en la última bandeja piedras de carbón activado que atrapen las partículas precipitadas de óxido de hierro u óxido de manganeso.
Imagen 1 y 2. Torres de Oxidación.
¿Por qué es importante eliminar el hierro y el manganeso en el agua para la producción animal?
Los niveles altos de estos minerales en agua de bebida tienen consecuencias sobre la salud animal. Las partículas oxidadas de hierro y manganeso provocan corrosión en las instalaciones y favorecen la formación del biofilm en superficies y tuberías.
Los biofilm son elaborados por bacterias, en este caso las bacterias del hierro, comunes en todo el mundo, que obtienen la energía que necesitan para vivir y multiplicarse por oxidación del hierro.
El óxido férrico resultante es insoluble, apareciendo como un lodo marrón gelatinoso que mancha al contacto y que puede contribuir a la corrosión interna de las tuberías cuando el agua fluye a través de ellas.
Imagen 3. Tubería con biofilm.
Estas bacterias pueden vivir y proliferar en agua con un contenido tan bajo como 0,1 mg / l. Sin embargo, necesitan al menos 0,3 ppm de oxígeno disuelto en el agua para llevar a cabo la oxidación.
Las bacterias del hierro pueden dar problemas de salud cuando son ingeridas con el agua:
Le dan un sabor desagradable al agua y puede provocar rechazo. Niveles > 0,3 mg/l pueden empezar a provocar una reducción en el consumo de agua y disminución de la producción.
La fuente de hierro puede provocar cambios en el equilibrio de la microbiota del aparato digestivo de los animales, dado que es utilizado por determinadas bacterias patógenas.
Cuando se utilizan antibióticos u otras sustancias de aplicación en el agua, hacen que la solubilidad de estas sea muy baja, PROVOCANDO QUE EL ANTIBIOTICO no llegue a las concentraciones mínimas inhibitorias (CMI) en el órgano diana. Por ejemplo, interfieren con la oxitetraciclina, sulfadiazina o penicilinas.
La presencia de las bacterias del hierro hace proliferar otro tipo de microbiota del azufre. Una favorece la presencia de la otra, y al haber bacterias del azufre, es utilizado por bacterias sulfito-reductoras, como los Clostridium sulfito-reductores. Los Clostridium spp. son los causantes de muertes súbitas por clostridiosis y enterotoxemia, en cerdos, y encuentran un reservorio donde protegerse y multiplicarse en estos biofilms provocados por las bacterias del hierro.
Niveles elevados de Fe++ y el Mn++ en agua dificultan los tratamientos biocidas (cloro, peróxido de hidrógeno, dióxido de cloro, etc.), que normalmente actúan por oxidación, haciendo inútiles las dosis normales aplicadas para una correcta higienización del agua.
CONCLUSIÓN Además de la microbiología del agua de bebida, la calidad FQ de ésta también es vital para que los animales gocen de buena salud. Aspectos como los sólidos en agua que hemos mencionado pueden impactar en la producción ganadera. Tener estos factores bajo control asegura la disponibilidad de agua de máxima calidad para los animales. Desde Biocidas ZIX® trabajamos de manera preventiva para evitar los problemas asociados a una mala calidad FQ y microbiológica. Recomendamos el uso de Aquazix ® Plus Ag de forma continua, ya que de esta manera se conseguirá un agua de gran calidad microbiológica, eliminación de biofilm y prevención de depósitos de calcio. |
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